ATENCIÓN: ¿Qué son y cómo se tratan los edemas?
¿Te gustaría descubrir cómo se tratan los edemas? Seguramente ya lo sabes pero lo repetimos por las dudas. Básicamente, los edemas son la acumulación de líquidos en el cuerpo, de forma anormal, ya sea en el sistema circulatorio como en las células.
Esta acumulación puede provocar diferentes problemas adicionales y al principio no es algo que se detecta externamente, pero que luego se va manifestando en diversas partes. Conoce en el siguiente artículo más datos sobre los edemas y cómo tratarlos.
Causas de los edemas
Las razones por las cuáles una persona puede sufrir de edemas en cualquier parte del cuerpo son diversas, entre ellas:
- ciclos menstruales (modifican los niveles de hormonas)
- anticonceptivos orales
- embarazo
- estar muchas horas de pie a diario (según el tipo de trabajo que se realice)
- alergias a ciertos medicamentos
- beber poca agua
- obesidad
- problemas en los riñones
- consumo excesivo de sal.
Cómo se tratan los edemas
Los edemas aparecen en la mayoría de los casos en las piernas, pero también pueden hacerlo en otras áreas del cuerpo.
Si sufres de esta condición en los miembros inferiores, toma nota de estos consejos sobre cómo se tratan los edemas:
1. Eleva las piernas
Cambia algunos de tus hábitos o estilo de vida. Por ejemplo, al llegar a casa después del trabajo puedes elevar las piernas durante unos 30 minutos.
Trata de que estén lo más arriba posible o al menos, utiliza una silla y apoya los talones cuando estés sentado en el sofá.
Otra opción es acostarte y elevar las piernas para que queden perpendiculares al suelo o bien dormir con las piernas en alto, ayudándote con cojines debajo de las rodillas o tobillos.
2. Realiza más ejercicio
Si te preguntas cómo se tratan los edemas, ¡el ejercicio es parte de la respuesta! Aunque un aumento en la circulación puede parecer contradictorio si quieres reducir los edemas, el deporte o ejercicio físico es un cambio más que recomendado por los médicos.
No tiene que ser extenuante, simplemente una caminata diaria, un poco de bicicleta, natación o aquagym. Mover las piernas cuando están hinchadas puede servirte para que el exceso de líquido “se mueva”.
3. Reduce la ingesta de sal
El sodio está presente en muchos alimentos manufacturados y preparados, pero también en la sal que le viertes a la comida.
El exceso de sodio aumenta la acumulación de líquidos y empeora el cuadro cuando hay edemas. Evita todo tipo de empanados, congelados, snacks, fast food, etc.
Para no caer “en la tentación”, no lleves el salero a la mesa, coloca en el plato antes de comer.
4. Evita los cambios bruscos de temperatura
Las variaciones tan extremas como tomar una ducha con agua hirviendo cuando hace mucho frío o ingresar a una piscina con agua fría al mediodía en verano agravan la condición.
Siempre debes vestir acorde a la época del año y las condiciones climáticas. Además, te recomendamos que no te pongas pantalones muy ajustados o de telas sintéticas.
Remedios populares para los edemas
Los especialistas suelen recomendar recurrir a diferentes remedios naturales ante la consulta de cómo se tratan los edemas. Descubramos juntos los mejores.
1. Infusión de mazorcas de maíz
Bebe una infusión hecha con mazorcas de maíz. Cocina a fuego lento dos o tres mazorcas sin los granos, lo más frescas posible, en un litro de agua, por una hora. Bebe hasta tres tazas por día para aprovechar las bondades diuréticas de este cereal.
2. Infusión de manzanilla
Bebe al día dos tazas de una infusión de manzanilla, alfalfa, cola de caballo o hinojo. La dosis es de un puñado de la hierba por taza de agua hirviendo.
3. Té de perejil
Realiza un té de perejil. Añade un taza de esta aromática picada en medio litro de agua hirviendo. Tapa y deja reposar 40 minutos. Cuela y bebe con cada comida. No está aconsejado para mujeres embarazadas.
4. Miel y polen
Bebe una mezcla de miel y polen de abeja en partes iguales. Disuelve en un vaso de zumo de fruta natural, por ejemplo de naranja.
5. Infusión de calabaza
Bebe al día varias tazas de una infusión hecha con un puñado de semillas machacadas de calabaza en un litro de agua hervidas durante 30 minutos. Cuela y bebe a lo largo de toda la jornada.
6. Té de cebolla
Cocina una cebolla mediana cortada en rodajas con un poco de agua, durante 20 minutos. Cuela el agua y bebe tres veces al día. No está aconsejado en el caso de problemas digestivos tales como gastritis o úlceragastrointestinal.
7. Masajes
Realiza un masaje en la zona afectada con 5 gotas de aceite esencial de limón, 7 de lavanda y 5 de naranja. Los movimientos deben ser circulares y el masaje realizarse durante unos quince minutos.
8.Infusión de frutas
Calienta un litro de agua hasta que rompa el hervor. Añade algunos rabos de cerezas, la piel de media manzana, la mondadura de una pera y la corteza de un limón. Deja reposar 15 minutos, cuela y bebe hasta tres tazas por día.
9. Batido de sandía
Realiza un batido o zumo de sandía (quitando las semillas y la corteza). Bebe un litro por día aproximadamente.
10. Infusión de ortiga
Coloca dos cucharaditas de ortiga en una taza de agua hirviendo. Deja infusionar por cinco minutos, cuela y bebe. Repite dos veces al día cómo máximo.
11. Infusión de diente de león
Macera una cucharada de diente de león en medio litro de agua tibia. Deja por cuatro horas, hierve cinco minutos y cuela. Bebe dos tazas al día.
12. Infusión de berro
Hierve un manojo de berro en medio litro de agua, durante 30 minutos. Tapa y deja refrescar 10 minutos más. Bebe tres vasos por día.
13. Infusión de perejil, manzanilla y enebro
Hierve medio litro de agua y vierte 10 gramos de raíz de perejil, 10 gramos de manzanilla y 20 gramos de frutos de enebro. Cuela y deja refrescar. Bebe antes de las dos comidas principales del día.
14. Infusión de flores de borraja
Vierte dos cucharadas de flores de borraja en una taza de agua hirviendo. Tapa, dejar refrescar, cuela y bebe hasta dos tazas al día.
15. Espárragos
Incluye espárragos crudos en las ensaladas algunas veces a la semana. No “cuentan” hervidos, cocidos ni guisados, porque pierden sus propiedades curativas.
Si alguna vez te preguntan cómo se tratan los edemas, ¡ya conoces las respuestas!