Alergia a los alimentos: síntomas y causas
Hay alimentos que son capaces de desencadenar alergias en personas predispuestas por la genética. Conoce en este artículo de cuáles se trata y qué síntomas producen.
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La alergia a los alimentos se considera un problema típico de la población pediátrica, sin embargo, hoy en día se observa con mayor frecuencia que los adultos también son afectados. Aunque en ocasiones se identifica a las alergias como una intolerancia, cabe aclarar que no son lo mismo, sino que se trata de dos afecciones diferentes.
¿Qué es la alergia a los alimentos?
Las alergias a los alimentos son un conjunto de enfermedades que se producen cuando el sistema inmune reacciona a las proteínas que se encuentran en los alimentos. En estos casos hay una respuesta porque el organismo identifica a estos compuestos como patógenos, tal como si fueran un virus o una bacteria.
El denominador común de los procesos que desencadenan esta reacción es la existencia de una predisposición genética, una barrera gastrointestinal dañada a causa de otras enfermedades alérgicas, como así también una respuesta inmune alterada frente a los componentes alimentarios implicados.
En el caso de los bebés y niños pequeños que presentan estas características, sucede además que las protecciones digestivas no están desarrolladas por completo. Con el paso de los años, las células entran en contacto con diversas sustancias que ayudan a fortalecer los mecanismos de identificación de cuerpos extraños.
¿Cuáles son los síntomas que produce?
Los síntomas varían en cada individuo. En algunos casos se manifiestan de forma leve y en otros desencadenan lo que se conoce como un shock anafiláctico, es decir que son graves y comprometen la salud. Si estos no son tratados de forma urgente pueden provocar la muerte.
Según el artículo “Alergia Alimentaria” publicado en la Revista Chilena de Nutrición, los síntomas típicos incluyen reacciones que se generan en minutos, horas o inclusive en días. Estos son los siguientes:
- Erupciones cutáneas con hinchazón en la cara y labios.
- Picazón y manchas en la piel.
- Sensación de hormigueo y ardor en la boca.
- Nauseas y vómitos con diarrea y cólicos abdominales.
Además de que se presenten los signos anteriores, en situaciones de anafilaxia ocurre también que se añade dificultad para respirar, disminución de la presión sanguínea, dolor y opresión en el pecho, mareos y pérdida de consciencia. La taquicardia, que son los latidos cardíacos acelerados, acompañan los cambios cardiovasculares de la anafilaxia.
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¿Qué alimentos pueden producir alergia?
La lista de comestibles que se han relacionado con reacciones adversas alimentarias es interminable. Sin embargo, según diversas investigaciones, la existencia de una base inmune en estas solo se ha comprobado para un grupo reducido de alimentos, como el huevo, la leche, los frutos secos (sobre todo el maní).
También son reconocidos alérgenos los pescados, los mariscos (incluidos camarones, mejillones y cangrejos), los cítricos y el trigo. En este último caso hay un vínculo con lo que se entiende como enfermedad celíaca e intolerancia al gluten.
En el caso de los niños, los alimentos que tienen mayor potencial para desarrollar alergias son el maní, el trigo, la soja, la leche y los huevos. De hecho, hasta una tercera parte de esta población presenta reacciones a varios de estos productos a la vez.
Por lo contrario, la evidencia científica ha sugerido que en los adultos los alimentos que desencadenan síntomas son diversos y dependen, en gran medida, de la disponibilidad para su consumo. Del mismo modo, las preferencias individuales y los hábitos culturales juegan un rol fundamental en el desarrollo o no de las reacciones.
Según los datos extraídos de los estudios científicos, cada país tiene sus particularidades respecto a las alergias que resultan más frecuentes entre sus poblaciones. En Brasil, por ejemplo, los principales responsables son las frutas, la leche de vaca y los mariscos; para Suecia lo son las avellanas, la manzana y el kiwi; en México, el camarón y el pescado.
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Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico diferencial consta de la combinación de datos. En primer lugar, hay que realizar una historia clínica completa en la que se debe indagar de forma exhaustiva la presencia de síntomas gastrointestinales asociados a manifestaciones dermatológicas y respiratorias.
En adición a esto, hay métodos de detección de pruebas cutáneas con extractos alergénicos o con el alimento en cuestión. Asimismo, en determinados casos puede ser útil la realización de un registro dietético, como así también la exclusión por un tiempo del producto en estudio.
El tratamiento consiste en evitar la ingesta de los alimentos implicados. Por ello es prioritario estar seguros que realmente producen la alergia alimentaria.
En caso de las reacciones graves, sobre todo las del shock anafiláctico, se deben emplear antihistamínicos, corticoides y adrenalina para combatir los efectos en cadena de dicha reacción.
Alergia a los alimentos: ¿qué recordar?
Como verás, hay una lista larga de alimentos que pueden provocar reacciones, por lo que, si padeces alguno de estos síntomas y no sabes a qué se debe, puede que se trate de una alergia alimentaria. Para estar seguro, lo aconsejable es que consultes con un médico.