Dieta flexitariana: ¿qué es y cuáles son sus beneficios?
Si quieres beneficiarte de los efectos del alto consumo de vegetales sin renunciar por completo a los alimentos de origen animal, la dieta flexitariana es una opción perfecta para ti.
La dieta flexitariana resulta una modalidad de las dietas vegetarianas con un componente menos estricto. Esta pauta alimenticia prioriza la ingesta de productos vegetales, pero no restringe la aparición de alimentos de origen animal, por lo que se convierte en un modelo dietético más equilibrado.
Como norma general, los alimentos de procedencia animal que se incluyen en dicho plan de alimentación son los huevos y los lácteos. Algunos practicantes se permiten incluso el consumo puntual de pescado. La carne podría entrar dentro de la pauta, aunque de manera más esporádica.
Beneficios para la salud de la dieta flexitariana
La dieta flexitariana presenta una serie de beneficios para la salud. Se trata de un modelo basado en la ingesta de productos vegetales, lo cual se asocia con un menor riesgo de desarrollar determinadas patologías. A continuación describiremos posibles ventajas de la misma.
Menor mortalidad
De acuerdo con una investigación publicada en la revista International Journal of Epidemiology, el consumo frecuente de vegetales en el marco de una dieta variada se asocia con un menor riesgo de muerte por todas las causas. La dieta flexitariana prioriza la ingesta de verduras y de frutas, pero no excluye totalmente los productos de origen animal. Por este motivo, puede catalogarse como una alimentación variada.
Disminución del riesgo cardiovascular
Por otra parte, cabe destacar que el aporte regular de vegetales conlleva un consumo de fitonutrientes elevado. Estas sustancias, como por ejemplo el resveratrol de la uva, contribuyen a reducir los accidentes cardiovasculares.
Según la literatura científica más reciente, son capaces de mejorar el funcionamiento del corazón y de los vasos sanguíneos. Considerando que una de las causas principales de mortalidad en el mundo es la que se deriva de las enfermedades cardíacas, se entiende que también el beneficio sea una prolongación de la sobrevida.
Reducción del peso corporal
Una de las características de la dieta flexitariana, al igual que las dietas veganas tradicionales, es la restricción en el consumo de alimentos ultraprocesados. Dichos productos se caracterizan por su alto contenido en azúcares simples y en grasas de tipo trans.
El hecho de retirarlos de la dieta conlleva una reducción significativa del peso corporal. A larga, esto se traduce en una mejora de la salud general, tal y como afirman los expertos en la materia.
Menos incidencia de cáncer
Del mismo modo que la desaparición de los ultraprocesados de la dieta influye en la composición corporal, también lo hace en el riesgo de desarrollar cáncer. Dicha enfermedad, en sus formas digestivas, por ejemplo, se asocia con el sobrepeso y con los aditivos dietéticos. Además de, por supuesto, con la ingesta de azúcares simples.
Algunos compuestos de desecho presentes en los productos industriales, como la acrilamida, han demostrado ser capaces de desarrollar un efecto teratogénico. Por su parte, el cáncer de colon es una neoplasia que lleva tiempo acumulando evidencia sobre su vínculo con las dietas.
Efectos secundarios de la dieta flexitariana
Del mismo modo que la dieta flexitariana presenta beneficios, también puede ocasionar ciertos efectos secundarios, sobre todo cuando no está bien equilibrada y planteada. Uno de los principales riesgo de este modelo dietético es la escasa aparición de los alimentos de origen animal.
Esto puede desembocar en un ineficiente aporte proteico. De este modo, la masa muscular podría correr cierto riesgo, incrementándose su tasa de catabolización.
Por otra parte, si no se incluyen suficientes huevos y lácteos enriquecidos, es probable que se experimente un déficit de vitamina D. Esta situación condiciona la salud de los huesos. Para paliar dicho problema, es necesaria la suplementación con el nutriente o la exposición solar frecuente.
Por último, cabe destacar que un reducido aporte de alimentos de origen animal disminuye de manera notable los niveles de vitamina B12 en el organismo. Esta situación podría desencadenar en una anemia que curse con fatiga extrema y con cansancio.
Para prevenir esta patología es preciso garantizar que se ingieren lácteos y huevos en las cantidades recomendadas. Otra opción es introducir un suplemento con la vitamina.
La dieta flexitariana: un modelo sostenible y saludable
A pesar de estos posibles efectos secundarios, lo cierto es que una dieta flexitariana bien ajustada resulta un modelo dietético saludable y aconsejable. El hecho de incrementar la presencia de los vegetales en la dieta se asocia con una mejora del estado de salud, lo cual siempre es positivo a largo plazo.
Este modelo dietético consigue reducir el sobrepeso y la obesidad. Con ello, disminuirá el riesgo de desarrollar patologías complejas y crónicas. De todos modos, no se debe descuidar la aparición de los huevos y de los lácteos de manera frecuente y regular. De lo contrario, se incrementarán las deficiencias.
Si estás de acuerdo con los valores éticos de la dieta vegana, pero no quieres probar un protocolo de alimentación tan estricto que pueda condicionarte, prueba la opción flexitariana. Es menos probable que cometas errores en la confección de un menú de este estilo. Conseguirás, por lo tanto, mejorar tu calidad de vida.