Todo lo que debes saber sobre tu digestión
Hay ciertos datos que debes saber sobre tu digestión, por ejemplo, cuál es la capacidad del estómago, cuánto dura aproximadamente, cuál es la función de la saliva, cómo influye el estrés en el proceso, si es posible hacer la digestión cabeza abajo, entre otros.
Mediante este proceso se consiguen los nutrientes que el organismo necesita para llevar a cabo todas las funciones diarias. Si existe algún fallo en el mecanismo, el estado de salud se ve perjudicado.
Cosas que debes saber sobre tu digestión
A menudo, no prestamos atención a los procesos básicos que se llevan a cabo en el organismo. Damos por sentado tantas cosas que, es normal que olvidemos la verdadera importancia de llevar un estilo de vida saludable. Para solucionar dichos olvidos, haremos un breve repaso acerca de los datos más importantes sobre la digestión.
1. Capacidad
El estómago es un órgano que tiene una gran capacidad de distensión; es decir, que puede llegar a estirarse como un globo, varias veces más que su tamaño. En general, puede llegar a albergar hasta 1.9 litros de alimentos y líquidos.
Por eso es recomendable no comer más cantidad de la que realmente necesitamos. De hecho, deberíamos parar de comer antes de llenarnos demasiado, dejando siempre un pequeño espacio ”vacío”. De esta manera, evitamos sobrecargar el estómago.
Uno de los problemas de la gente obesa es que cuenta con una mayor capacidad estomacal derivada de la distensión frecuente. En estos casos suele ser necesario aplicar cirugía para corregir y facilitar el adelgazamiento, según un estudio publicado en Revista Chilena de Pediatria.
2. La digestión
El proceso digestivo es mucho más largo de lo que creemos. Y, según el tipo de alimentos, puede variar considerablemente. Sin embargo, en líneas generales, los alimentos están entre 3 y 4 horas en el estómago y en el intestino grueso entre 6 y 20 horas.
Para poder tener una digestión adecuada, es necesario repartir las cantidades de alimentos a ingerir a lo largo del día en 5 raciones ligeras. Y, por supuesto, hay que evitar comer antes de haber terminado la digestión de la comida anterior en el estómago.
3. El movimiento
Los movimientos peristálticos, en forma de continuos espasmos musculares, arrastran la comida a través del tracto digestivo. Ahora bien, lo correcto es comer sentado y con calma, masticando bien los alimentos. Asimismo, es fundamental evitar beber líquidos y hablar demasiado entre bocados, ya que esto ralentiza la digestión.
4. La saliva
Siempre que estemos bien hidratados, a diario, podemos producir entre un litro y un litro y medio de saliva. ¿Y cuál es la función de esta sustancia? Envolver el alimento y facilitar su paso a través de las paredes hacia el estómago.
En la saliva encontramos, entre otras sustancias, enzimas digestivas que ayudan a formar el bolo alimenticio, facilitar la deglución e iniciar la digestión de carbohidratos y grasas.
5. Los intestinos
El intestino delgado es sorprendentemente largo, si lo estiráramos mediría entre 3 y 7 metros (la medida varía según la edad de la persona). En cambio, el intestino grueso mide 1,5 metros aproximadamente.
Para que los intestinos puedan cumplir su función correctamente, es necesario consumir suficiente cantidad de agua a diario. De esta manera, evitaremos el estreñimiento y las molestias que conlleva.
Para ello, es fundamental una dieta balanceada y, preferiblemente, con la cantidad suficiente de fibra: fruta, verdura, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
Esta sustancia ha demostrado ser capaz de reducir el riesgo de estreñimiento y de mejorar la composición de la microbiota, generando así un beneficio sobre el organismo.
6. El estrés
La mala gestión del estrés puede llegar a afectar, incluso, la digestión. Asimismo, puede llevarnos a sufrir una indigestión. Por ello, si al momento de comer estamos muy alterados, hay que evitar comer; ya que, de hacerlo, podríamos no asimilar correctamente los alimentos.
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7. Los dientes
De acuerdo a la medicina natural, cada uno de los dientes corresponde con un órgano del cuerpo. Por ello, si un órgano presenta algún trastorno, este se reflejará en algún tipo de problema en ese diente.
Ahora, lo que sí es indiscutible es que los dientes son esenciales para cortar, desgarrar y masticar correctamente los alimentos. Por ello, es necesario mantenerlos en buen estado y hacer una revisión odontológica completa, por lo menos, una vez cada 6 meses.
8. El agua
El agua es un líquido vital para el organismo. De hecho, para poder digerir bien los alimentos y evitar problemas como la deshidratación y la retención de líquidos, se recomienda beber entre un litro y medio y dos de agua al día, fuera de las comidas.
Beber agua es una manera muy sana y natural de desintoxicar el organismo, hidratar la piel y, a la vez, cuidar los riñones.
9. Nutrientes
A partir de los alimentos, el cuerpo obtiene la energía necesaria y los nutrientes para realizar todas sus funciones correctamente. Por ello, es fundamental llevar una dieta balanceada, rica en alimentos con una verdadera calidad nutricional (no en golosinas y frituras), sin excesos.
Es importante monitorizar el consumo de proteínas, ya que en muchas ocasiones es demasiado bajo. De acuerdo con una investigación publicada en Annals of Nutrition & Metabolism, es importante ingerir al menos 1,2 gramos del nutriente por kilo de peso al día en adultos sedentarios.
La digestión, un proceso esencial
Esperamos que los datos que te hemos revelado acerca de tu digestión te ayuden a tener más conciencia de la importancia de tener hábitos alimenticios saludables. Es importante incrementar la eficiencia del proceso en la medida de lo posible, así se conseguirá una adecuada nutrición.