La escarlatina es un tipo de fiebre muy común en los niños. Si tu hijo fue diagnosticado, aprende a tratar los síntomas de la escarlatina con algunos remedios naturales que le devolverán el bienestar a tu pequeño.

Existen diferentes alternativas naturales para complementar el tratamiento médico para la escarlatina. Con pocos ingredientes, dinero y tiempo podrás brindarle a tu hijo el alivio de sus síntomas de manera natural.

¿Qué es la escarlatina?

La escarlatina es una enfermedad infecciosa, también llamada fiebre escarlata, producida por el estreptococo. Se transmite igual que la gripe, por vía aérea y por el contacto con personas infectadas.

Es estacional en varias partes del mundo. Por ejemplo, en América del Norte suele presentarse en primavera y verano. Por su parte, en México aparece con más frecuencia en el invierno y climas templados.

La enfermedad tiene un período de incubación de 1 a 7 días para luego empezar a presentar síntomas. Su incidencia es común en niños de 2 a 10 años de edad, aunque en algunos casos también la pueden padecer los adultos.

Por ser una infección estreptocócica, debe ser tratada estrictamente con antibióticos, en especial la penicilina, para evitar complicaciones. Sin embargo, los síntomas de la escarlatina se pueden aliviar con la ayuda de algunos remedios naturales como complemento terapéutico.

¿Cuáles son los síntomas de la escarlatina?

Entre los síntomas más frecuentes de la escarlatina destacan:

• Fiebre superior a los 38,5 ºC
• Erupción
• Faringitis
• Náuseas y vómitos
• Dolor de cabeza
• Dolor muscular
• Malestar general

Un signo característico de la enfermedad, y por el cual es llamada escarlatina, son las erupciones color rojo que suelen aparecer en el cuerpo. También aparecen puntos rojos e hinchazón en el paladar.

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Remedios naturales para tratar los síntomas de la escarlatina

Ortiga

Ingredientes

• 1 cucharada de hojas de ortiga (15 g)
• 1 vaso de agua (200 ml)

Preparación

• Calienta el agua, y cuando llegue al punto de ebullición, agrégale las hojas de ortiga y déjalas un rato más a fuego lento.
• Déjala reposar y aplícala con una gasa sobre la piel afectada por la enfermedad.
• Así, esto podría hacer que los síntomas cutáneos se alivien.

Agua de coco

Durante episodios de fiebre es sumamente importante mantenerse hidratado. El agua de coco es una excelente sustancia hidratante que ayuda a recuperar electrolitos y nutrientes perdidos a causa de los vómitos y fiebre alta. Con el consumo constante de agua de coco durante el día, la deshidratación o riesgo de presentarla se reducirá.

Gárgaras con agua salada

La sal actúa de manera efectiva sobre la faringitis estreptocócica o enfermedades de la garganta.

Ingredientes

• 1 vaso de agua (200 ml)
• 2 cucharaditas de sal (10 g)

Preparación

• Primero, en una olla vierte el vaso de agua y ponla en el fuego hasta que esté tibia. Luego diluye las dos cucharaditas de sal.
• Con esta mezcla deben hacerse gárgaras, sin tragar.
• Repetir así el procedimiento 2 o 3 veces al día aliviará el dolor y la hinchazón.

Jengibre

El jengibre ayudará a aliviar los síntomas de la escarlatina debido a sus propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antivirales.

Ingredientes

• 1 trozo de jengibre rallado
• 1 vaso de agua (200 ml)
• Miel (al gusto)

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Preparación

• Calienta el agua y, cuando hierva, agrega el trozo de jengibre rallado.
• Deja la mezcla e el fuego por unos minutos, luego déjala reposar y cuélala.
• Agrégale miel al gusto de tu hijo para mejorar el sabor y finalmente dale de beber la preparación.
• Puede consumirse 2 o 3 veces al día.

Aceite de eucalipto

Ingredientes

• 1 cucharada de aceite de eucalipto (15 ml)
• 1 vaso de agua (200 ml)

Preparación

• Hierve el agua, viértelo en un recipiente de boca amplia y agrega la cucharada de aceite de eucalipto.
• Coloca una toalla sobre la cabeza de tu hijo y haz que realice vaporizaciones con la mezcla.
• Inhalar el vapor de eucalipto ayudará a aliviar el dolor de garganta y dificultad para tragar.

La escarlatina produce decaimiento, molestias y dolor. Evítale la incomodidad a tu hijo de padecer estos síntomas por tiempo prolongado. Mejora su ánimo y calidad de vida durante el padecimiento de la enfermedad para que sea más llevadera.

Recuerda mantener con disciplina el tratamiento a base de antibióticos recetados por el especialista, solo estos harán que la enfermedad se cure. También es necesario tener un control médico constante de la enfermedad, incluso semanas posteriores a la desaparición de los síntomas.