Los gases atrapados son uno de los problemas más frecuentes y, a la vez, más molestos que hay. Esas burbujas atascadas provocan un dolor intenso y un malestar generalizado que es difícil de tolerar.
Se estima que el 5 % de las consultas de urgencias tienen como origen a los gases atrapados. Provocan síntomas tan severos, que muchas personas los confunden con un problema grave de vesícula, con apendicitis o hasta con un ataque al corazón.
Hay varias formas de tratarlos. Sin embargo, no hay datos disponibles sobre la efectividad de las medidas.
Toda digestión normal provoca gases. Sus excesos se eliminan mediante flatulencias o eructos. Sin embargo, a veces no logran expulsarse; bien porque no se mueven con facilidad por el sistema digestivo o porque se quedan atascados.
Hay algunos alimentos que propician más gases. Identificarlos y evitarlos suele ser una forma sencilla de impedir que se produzcan. La dieta es un factor clave en una buena o mala digestión.
También es posible que haya algún trastorno detrás de una producción excesiva de gases. Por lo mismo, es importante estar atentos a esos signos y consultar con el médico si el problema es muy recurrente.
Lo usual es que los síntomas de los gases atrapados aparezcan de manera repentina. Lo más característico es la presencia de un dolor agudo y punzante en la zona del abdomen. También es posible que haya una sensación de malestar generalizado.
Es frecuente que el estómago se note inflamado y se acompañe esto de calambres en la región abdominal. Si el gas se atasca en la zona izquierda del colon, el dolor se irradiará hacia el costado del mismo lado.
Cuando los gases atrapados se localizan en la zona derecha del colon, en muchas ocasiones se confunden con una colecistitis, con cálculos biliares o con apendicitis. La molestia suele disiparse cuando el gas se expulsa.
Los gases atrapados se producen por diversas causas. A veces solo tiene que ver con la dieta o la forma de comer. En otras ocasiones, este problema está asociado con enfermedades de base.
Los alimentos que se ingieren, así como la rapidez con la que esto se hace, influyen en la producción de gases. Así mismo, hay ciertas combinaciones que favorecen a las flatulencias. Tragar aire al comer incide en este aspecto.
Algunas personas presentan más lentitud en el intestino grueso para procesar los gases y expulsarlos. Quizás carecen de las enzimas que realizan esa labor. Una de las posibles consecuencias es que se genere un exceso de gas que luego queda atascado.
Hay dos condiciones que favorecen la producción de gases. Una de ellas es la intolerancia a la lactosa. Esta obedece al déficit de lactasa, que es la sustancia que permite digerir la leche y sus derivados de forma correcta.
La otra es la intolerancia al gluten no celíaca. En este caso no hay una reacción alérgica a los productos que contienen gluten, sino una serie de síntomas de malestar al consumir la sustancia.
El estreñimiento es una de las causas más frecuentes de gases atrapados. Esta es una condición en la que hay menos de 3 deposiciones a la semana y las heces son duras y secas. Es frecuente que este problema de salud incluya la dificultad para expulsar los gases.
El sobrecrecimiento bacteriano es una afección que se produce cuando hay un crecimiento de bacterias en el intestino delgado que no deberían proliferar allí. Esto hace que se produzcan más gases de lo normal.
Hablar mientras se come o masticar chicle favorece la entrada de aire al tubo digestivo. El consumo de comidas abundantes o usar un sorbete para beber, también.
El uso de sustitutos artificiales del azúcar, la ingestión de suplementos de fibra que contienen psyllium y el tabaco son factores que incrementan los gases.
Hay varias condiciones de salud que son propicias para los gases atrapados:
Si los músculos de la zona abdominal se han alterado por una cirugía previa o por el parto, es posible que haya más gases atrapados. Ciertos medicamentos tienen el mismo efecto.
Hay varios medicamentos de venta libre que sirven para tratar los gases atrapados. No es fácil establecer si serán de ayuda a una persona en particular. Por eso, lo más indicado es probarlos y evaluar su efecto.
Los productos con simeticona son adecuados para romper las burbujas y así deshacerse de los gases atrapados. De otro lado, las tabletas, las cápsulas o el polvo de carbón activado también suelen ser útiles para prevenir y eliminar los gases.
Algunos remedios o medidas caseras son eficaces, siempre y cuando no exista una afección seria de base. Los más usados son los siguientes:
La mejor opción para prevenir los gases atrapados es una dieta saludable. Cuando los gases se producen por intolerancia a la lactosa, puede ser buena idea emplear algunos medicamentos para ese efecto. Realizar actividad física de manera regular también es una medida muy positiva.
Además, seguir estas recomendaciones:
Los gases atrapados son muy molestos, pero se logran controlar con buenos hábitos o remedios caseros. Si se presentan muy seguido o generan molestias severas, lo mejor es acudir al médico.
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