La búsqueda de estrategias para frenar el envejecimiento y mantener la vitalidad ha llevado a la ciencia a explorar soluciones accesibles y efectivas. Un reciente estudio clínico sugiere que la combinación de ácidos grasos omega-3, vitamina D y ejercicio puede ralentizar el envejecimiento biológico en adultos mayores.
La investigación, publicada en Nature Aging, utilizó relojes epigenéticos para medir la edad biológica de las células, mostrando que simples intervenciones pueden modificar el ritmo de envejecimiento y ofrecer nuevas perspectivas para la longevidad saludable.
El estudio DO-HEALTH incluyó a 2.157 adultos mayores de cinco países europeos, evaluando durante tres años los efectos de la suplementación diaria y el ejercicio, tanto de forma individual como combinada. El análisis de la cohorte suiza fue clave para medir cambios en biomarcadores plasmáticos y relojes epigenéticos avanzados.
Los resultados indicaron que los omega-3 redujeron la aceleración de la edad biológica entre 2,9 y 3,8 meses según tres de los cuatro relojes principales. Por sí sola, la vitamina D o el ejercicio no mostraron cambios significativos, aunque la combinación de nutrientes y actividad física produjo beneficios adicionales en algunos marcadores.
Además, se observaron mejoras en biomarcadores relacionados con inflamación y metabolismo, como PAI-1, leptina y TIMP-1, especialmente en mujeres y en personas con deficiencias iniciales de nutrientes. Esto refuerza la importancia de personalizar intervenciones según el estado nutricional de cada individuo.
Aunque los efectos fueron modestos, los autores destacan que su continuidad podría traducirse en beneficios relevantes a nivel poblacional. El estudio abre la puerta a nuevas investigaciones sobre cómo intervenciones accesibles podrían influir en la longevidad y la prevención de enfermedades en la población mayor.
