SANTO DOMINGO. – El cáncer de tiroides, una de las patologías oncológicas más tratables, afecta con mayor frecuencia a las mujeres y su detección temprana es clave para un tratamiento eficaz.
El cirujano José Miguel Núñez, especialista en cabeza y cuello de la Clínica de Prevención del Cáncer (CPC) de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), explicó que la enfermedad se desarrolla en la glándula tiroides, localizada en la parte anterior del cuello.
A menudo, la primera señal es un bulto en ese lugar, por lo que la consulta médica temprana resulta esencial, precisó.
Indicó que, aunque la mayoría de los nódulos (80–90 %) son benignos, la dolencia representa el 1 % de los casos oncológicos.
TIPOS Y SÍNTOMAS
El cáncer de tiroides se divide en diferenciado y poco diferenciado.
El más común es el papilar, menos agresivo y presente en el 80 % de los diagnósticos.
En etapas iniciales suele ser asintomático, pero con el crecimiento tumoral aparecen indicios como ronquera, dificultad para tragar o respirar, dolor en cuello o garganta e inflamación de ganglios cervicales.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa en examen físico y ecografía, siendo este último el estudio de elección para la evaluación de nódulos y ganglios.
Cuando existen características sospechosas —crecimiento rápido, forma irregular, calcificaciones o aumento de vascularización—, se recomienda una biopsia y, en casos complejos, estudios como tomografías.
TRATAMIENTO Y PRONÓSTICO
El tratamiento principal es la cirugía, que puede incluir la extracción de ganglios cervicales.
El pronóstico es altamente favorable en el cáncer diferenciado: nueve de cada diez pacientes sobreviven al menos diez años.
LLAMADO A LA POBLACIÓN
El doctor Núñez recalcó que la detección temprana es la mejor herramienta y recomendó la visita a un especialista en cabeza y cuello ante síntomas persistentes.