El flujo marrón durante el embarazo es un síntoma relativamente común. Lo importante es que no esté acompañado de otros síntomas, que se produzca en baja cantidad y que no tenga una duración mayor a los tres días.
Dicho lo anterior, lo idóneo es solicitar una consulta con el médico o el ginecólogo para descartar posibles complicaciones. En líneas generales, el flujo durante toda la gestación debería ser blanco. Entonces, ¿por qué puede darse esta alteración en su color? A continuación, abordamos sus posibles causas.
Se estima que 1 de cada 5 mujeres presenta flujo marrón durante el embarazo. Lo normal es que se produzca cuando el óvulo fecundado se implanta en la pared del útero, es decir, al comienzo del embarazo. De hecho, muchas veces se confunde con la menstruación.
Para ser más precisos, los fluidos de esta coloración —que también puede apreciarse como un rojo oscuro— están compuestos por sangre vieja. No obstante, su textura es más ligera y su volumen menos intenso que el sangrado menstrual. Además, en la mayoría de los casos dura apenas unas horas.
De todos modos, si se prolonga por varios días o semanas, se convierte en un motivo de consulta médica. Por regla general, el flujo marrón suele presentarse en el primer trimestre de la gestación. No debe provocar ningún otro síntoma como dolor o comezón, y tampoco debe tener un olor o consistencia extraños.
A menudo, dos razones explican el flujo marrón durante el embarazo. La primera es la implantación. El óvulo fecundado debe trasladarse desde las trompas de Falopio hasta el útero. Allí se adhiere al revestimiento de este órgano, lo que puede generar ciertos desprendimientos que se manifiestan con estos fluidos.
Este proceso tiene lugar entre los 7 y los 14 días posteriores a la concepción. Es habitual que primero haya un flujo de color rosa y de consistencia gelatinosa. Luego, un flujo marrón. Este es escaso, presenta una consistencia lisa y no tiene mal olor.
La segunda razón por la que suele presentarse es el cambio hormonal. Hay un porcentaje de mujeres que presenta manchados durante toda la gestación debido a esto. El flujo es muy escaso y no hay otros síntomas.
Ahora bien, si el flujo se presenta de forma simultánea con síntomas como el dolor, la comezón, la fiebre o cambios extraños en su consistencia, es posible que tenga su origen en alguno de los siguientes problemas.
Las enfermedades de transmisión sexual o las infecciones urinarias pueden dar lugar al flujo marrón durante el embarazo. En este caso, se presenta con otros síntomas como el dolor o ardor al orinar, las molestias en la zona pélvica, la comezón y el mal olor.
En algunos casos, este síntoma es una señal de que la placenta se ha desprendido de manera prematura. Esto tiene lugar durante el tercer trimestre de la gestación. En estos casos, la placenta está muy abajo y los vasos sanguíneos de su capa superior se dañan. Por tal motivo, se tiñe de marrón el flujo.
Los fibromas uterinos son tumores benignos que se alojan en el útero. Estos tienen muchos vasos sanguíneos y, a veces, están ubicados de tal manera que pueden sangrar con facilidad.
Se habla de embarazo ectópico cuando la implantación del embrión se produce fuera del útero. Uno de los síntomas de esta condición es el flujo marrón o el sangrado fuera del periodo menstrual. Además, hay dolor abdominal intenso, alta sensibilidad en la zona pélvica y sensación de peso en la vagina.
El flujo marrón durante el embarazo también puede ser una señal de aborto espontáneo. Esto suele ocurrir antes de la semana 20 y se acompaña de síntomas como dolor abdominal fuerte, pérdida de líquidos por la vagina sin olor, fiebre y escalofríos.
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