El kéfir proviene de la fermentación de la leche de cabra, de oveja o de vaca. Se trata de uno de los lácteos más antiguos y procede de la región del Cáucaso. Su nombre se deriva del término «kef», que significa «sabor agradable». Puede estar preparado a partir de leche o de agua. De este último, hay variantes como el kéfir de frutas.
En cualquier caso, independientemente del tipo, la microflora que produce la fermentación es la misma y se conoce como granos de kéfir. Estos son amarillentos, de forma irregular y contienen proteínas, polisacáridos y una mezcla de levaduras y bacterias que producen aromas y ácido láctico.
El kéfir de frutas, en particular, contiene otros principios activos —como los pigmentos y los polifenoles— que le confieren beneficios extras para la salud. ¿Cómo prepararlo en casa? ¿Por qué se recomienda? En el siguiente espacio lo detallamos.
Existen dos tipos principales de kéfir o bebidas fermentadas; el de leche y el de agua. Este último es obtenido a partir de agua azucarada adicionada con microorganismos fermentadores, llamados «granos de kéfir».
Si bien estos son los kéfir habituales, la ciencia y la industria han usado otros sustratos para producir bebidas kefiradas no lácteas, como las frutas. Así lo expone una investigación en Food Microbiology, en la que se fermentaron frutas tropicales con granos de kéfir.
Entre estas, una de las primeras en emplearse fue el zumo de uva, del cual resultó una bebida espumosa similar a un vino. Otras frutas utilizadas han sido las siguientes:
De esta manera, se obtienen bebidas fermentadas y carbonatadas naturales, que pueden sustituir las gaseosas tradicionales. Las frutas contienen muchos azúcares naturales —como la glucosa, la sacarosa y la fructosa— que permiten la supervivencia de los microorganismos fermentadores.
Además, las vitaminas, los minerales y los aminoácidos de la fruta facilitan el crecimiento exponencial de la microflora y contribuyen a formar compuestos volátiles que le dan un sabor único a este tipo de kéfir.
Los granos de kéfir son racimos comerciales húmedos de bacterias ácido lácticas y levaduras que están ligadas por una matriz de polisacáridos. Se asemejan a floretes pequeños de la coliflor y cada grano mide de 3 a 20 milímetros de diámetro.
Están dispuestos en 2 capas; la externa, que es compacta y es en la que se encuentran embebidas las bacterias y las levaduras; entre tanto, la interna presenta una estructura esponjosa por la acumulación de CO2 ó dióxido de carbono, producido durante la fermentación.
Otra forma de presentación de los granos de kéfir es en forma seca o liofilizada. Son masas duras, pequeñas, irregulares, del grosor medio de una avellana y de color amarillo o marrón. Los microorganismos están vivos y protegidos mediante una capa de caseína seca que los conserva durante casi un año.
Antes de usar los granos secos, hay que remojarlos durante unas 8 horas en agua tibia y renovarla con cierta frecuencia. Al final, se le adiciona una solución de bicarbonato de sodio a una concentración de 10 gramos por litro. Los granos se hinchan, se vuelven elásticos y de color claro.
Las bacterias ácido lácticas presentes en el kéfir de frutas son las siguientes:
Estos microorganismos mantienen su supervivencia y le confieren parte de sus propiedades. Sumado a ello, contiene levaduras como las que se utilizan para elaborar cerveza o vino, como las siguientes variedades:
Los expertos señalan que las levaduras se encargan de oxidar el azúcar de las frutas y producir etanol, lo que le da un sabor algo alcohólico a la bebida. Las bacterias fermentan algunos azúcares y forman ácido acético. Así, dan más sabor y aroma al kéfir de frutas.
Por otro lado, cabe destacar que muchos de estos microorganismos se consideran probióticos, como los lactobacillus casei, L. plantarum, L. acidophylus, entre otros. ¿Cuáles son sus beneficios? Veamos.
Los beneficios del kéfir de frutas están relacionados con las propiedades que tienen los microorganismos fermentadores. Asimismo, tienen que ver con la presencia de ciertos componentes propios de las frutas, como los polifenoles, las vitaminas y los minerales.
Los ácidos orgánicos y los pigmentos de las frutas contribuyen al efecto antioxidante de las bebidas de kéfir. Algunos investigadores encontraron que este tipo de kéfir tiene la capacidad de captar radicales libres y evitar la oxidación celular, al comparar con otras bebidas fermentadas a base de leche y cereales.
Por otro lado, parece que algunas levaduras también producen compuestos fenólicos para reforzar la capacidad antioxidante. Las bacterias ácidolácticas pueden detener la oxidación de la vitamina C y algunas de ellas atrapan iones metálicos prooxidantes.
Algunos estudios sostienen que las frutas son capaces de reducir el riesgo de las enfermedades cardiovasculares, las cataratas, el cáncer y problemas del sistema inmune. Este efecto se atribuye al potencial antioxidante de los carotenoides, los antocianos, los polifenoles y otros fitoquímicos.
El kéfir de frutas es una bebida fermentada con probióticos, lo que enriquece los beneficios saludables y la buena aceptabilidad por los consumidores.
Aunque los productos lácteos son el mejor sustrato para los probióticos, pueden causar alergias o intolerancias a la leche. Debido a esto, a este grupo poblacional hay que sustituirle los lácteos por otras fuentes alimentarias fermentadas.
Por otro lado, los veganos están creciendo un 10 % por año y necesitan diversificar sus alimentos. En este sentido, las bebidas como el kéfir de fruta han tenido una buena acogida. Esto no solo por sus buenas características sensoriales, sino también por fortalecer la dieta al estilo vegetariano.
La revista Nutrients hace poco resaltó que las bebidas que se preparan con los granos de kéfir tienen las mismas propiedades de los probióticos. Por lo tanto, promueven distintos aspectos de la salud. Algunos de estos beneficios son una mejor salud intestinal, el reforzamiento del sistema inmune y un efecto antiinflamatorio.
En otros casos, pueden tener un efecto favorable sobre el control de la glucosa en sangre y el aumento del colesterol. También se les atribuye un buen efecto antihipertensivo, antialérgico y anticancerígeno.
El kéfir de frutas es un producto fermentado y, por tanto, facilita la producción de vitaminas del complejo B y de vitamina K. Esto ocurre por el bajo pH que se desarrolla durante la fermentación, que se acerca a 4.
Otros nutrientes, como el calcio, el zinc y el hierro, también se ven favorecidos por la acidez de este producto. Se absorben fácilmente en el intestino. Además, en cuanto a su conservación, el bajo pH aumenta su estabilidad y su tiempo de almacenamiento en condiciones de refrigeración.
Ahora explicaremos de una manera fácil cómo preparar desde casa el kéfir de frutas, con los 2 tipos de granos de kéfir.
Ingredientes
Preparación
Ingredientes
Preparación
Una vez elaborado el kéfir de frutas, en cualquiera de las presentaciones comentadas, es momento de aprovechar sus beneficios. Lo idóneo es consumir 2 vasos al día, mínimo durante 3 semanas. Luego de esto, se puede consumir 1/4 de vaso, 2 o 3 veces por semana. ¿Te animas a probarlo?
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