Santo Domingo. República Dominicana. Radiografía Al Día.- El pueblo se unió ante la tragedia del colapso del Jet Set. El ministro de Salud, Víctor Atallah, resaltó la capacidad de soporte, ayuda y respuesta ante el hecho; sin embargo, señaló que la situación no ha concluido, por lo que desde el Gobierno se ha creado una comisión compuesta por doctores del Colegio Dominicano de Psicología, Psiquiatría, del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública y del Servicio Nacional de Salud (SNS), con el apoyo de sociedades médicas y universidades del país.
Atallah afirmó que esta comisión ya se encuentra trabajando desde el pasado martes con los familiares de las víctimas que necesitan apoyo psicológico para enfrentar la tragedia.
«Desde el Gobierno, hemos contado con todas las medidas necesarias para brindar soporte a todas las personas y trabajar lo más rápido posible, pero esto no termina aquí. Los dolores siguen, por eso hemos conformado, como ustedes vieron desde ayer, esta unidad de soporte psicológico», explicó.
Señaló que el seguimiento a todas las familias de las víctimas es fundamental para ofrecerles el apoyo necesario en materia de salud mental. «Queremos acompañar al pueblo dominicano en estos momentos de dolor, y queremos decir que la comisión está disponible», concluyó.
Agradeció a todos los voluntarios, rescatistas y a todo el pueblo dominicano que se volcó donando sangre para las víctimas. «Verdaderamente rompimos récord en la donación de sangre.
Esto pasa cuando el país se une, y quiero agradecer de verdad a todos los dominicanos y a la prensa por conectar lo sucedido con el pueblo».
Agregó: «Vamos a orar a Dios por las víctimas y por las familias de las víctimas. Muchas gracias».
Estas declaraciones del ministro de Salud fueron compartidas junto al director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez, y la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía.
El derrumbe del techo de la discoteca Jet Set ha provocado la muerte de 124 personas hasta el momento. Cientos de personas heridas reciben atenciones médicas, mientras otras permanecen desaparecidas.
Aún hay familiares en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), tratando de recuperar los cuerpos de sus seres queridos para darles cristiana sepultura.