Aborto después de la fertilización in vitro: ¿por qué ocurre?
Enfrentarse a un aborto después de la fertilización in vitro (FIV) es una situación frustrante. El tratamiento de reproducción asistida por sí mismo es exigente, pero también genera grandes expectativas que, de repente, no se transforman en realidad.
No es fácil afrontar una pérdida de esta naturaleza. De todos modos, además de abordar desde el punto de vista psicológico el aborto, también es importante establecer sus causas.
Hay que señalar que un aborto después de la fertilización in vitro no es señal de que el embarazo sea imposible. Sin embargo, para tener éxito en un nuevo intento, a veces es necesario identificar los factores que podrían obstaculizar una nueva gestación.
Datos sobre el aborto después de la fertilización in vitro
Según los datos disponibles, el riesgo de aborto espontáneo es levemente mayor en los embarazos concebidos mediante fertilización in vitro. La Asociación Estadounidense del Embarazo señala que la posibilidad de aborto en un embarazo natural es de entre el 10 y el 25 %; en uno que sea producto de la FIV es del 22 %.
Como se aprecia, la diferencia no es significativa. De hecho, hay que tomar en cuenta que la especie humana es bastante ineficiente en las gestaciones, en comparación con otros mamíferos. Se estima que entre el 60 % y el 70 % se pierden de manera espontánea en las primeras semanas del embarazo, pero pasan desapercibidas.
Todo lo anterior permite señalar que el aborto después de la fertilización in vitro rara vez tiene que ver con el tratamiento de reproducción asistida como tal. En estos casos inciden otros factores, como lo veremos a continuación.
¿Por qué ocurre?
Se estima que ente el 70 % y el 80 % de los casos de aborto después de la fertilización in vitro obedecen a alteraciones cromosómicas del embrión. Ahora bien, las alteraciones cromosómicas están muy asociadas a la edad de la madre.
A medida que avanzan los años, se incrementa la probabilidad de que los cromosomas se dividan de manera incorrecta, dando lugar a anomalías. La relación entre la tasa de aborto espontáneo y la edad es la siguiente:
- Menores de 35 años: tienen una probabilidad del 15 % de tener un aborto espontáneo.
- Entre 35 y 39 años: la probabilidad es del 25 %.
- Entre 40 y 44 años: probabilidad del 51 %.
- Mayores de 45 años: una probabilidad del 93,4 %.
La edad se considera el principal factor de riesgo para tener un aborto después de la fertilización in vitro. Otros factores que pueden incidir son la implantación disfuncional, una malformación uterina y, en menor medida, las infecciones, los traumatismos, las enfermedades maternas o los agentes químicos.
¿Cómo afrontarlo?
El aborto después de la fertilización in vitro es un gran desafío psicológico. Se siente rabia, tristeza e impotencia frente a un evento de esta naturaleza. Lo primero que se debe tomar en cuenta es que es normal sentirse así y que no hay razones para reprimir o esconder esos sentimientos.
Es muy importante identificar y aceptar todas esas emociones. Este tipo de pérdidas implican pasar por un proceso de duelo, que tiene varias fases. Hay que darle tiempo al tiempo y no obligarse a superar la situación cuanto antes.
Todo sucederá en su debido momento.
Es conveniente hacer énfasis en el autocuidado. Comer de manera equilibrada, dormir y descansar lo suficiente, no abandonar la actividad física y tampoco la vida social. Los ratos de soledad son positivos, pero no el aislamiento. Es bueno dejarse ayudar y acudir a un profesional si se requiere.
En alrededor de 1 o 2 meses se superan los efectos físicos del aborto. La recuperación emocional tarda más y exige paciencia. Mantener una actitud positiva, valorando los aprendizajes adquiridos, ayuda mucho a salir del duelo.
¿Es posible un nuevo embarazo?
La mayoría de las mujeres que han tenido un aborto después de la fertilización in vitro no tienen ningún problema para volver a concebir. Sin embargo, si se trata de una madre de edad avanzada, quizás deba analizar de nuevo los pros y los contras.
Así mismo, cuando se ha presentado más de un aborto después de la fertilización in vitro, es necesario examinar con cuidado la situación. En esos casos, lo más aconsejable es hacer una evaluación médica muy completa para establecer las causas de las pérdidas sucesivas y determinar si se requiere algún tratamiento adicional.
El estudio médico también permite establecer si se puede sacar un mejor provecho de otros tratamientos, como la FIV con donación de óvulos. Así mismo, si se incluye un diagnóstico genético preimplantacional (DGP), es posible que se logre disminuir el riesgo de aborto después de la fertilización in vitro.
No tomar decisiones apresuradas
Es habitual que, si hay un aborto después de la fertilización in vitro, se quiera intentar una nueva concepción lo más rápido posible, como medio para subsanar la pérdida. Esto no es aconsejable. Es mejor esperar un poco antes de un nuevo tratamiento.
Los abortos espontáneos recurrentes, después de la fertilización in vitro, no necesariamente son señal de que haya un problema serio. Lo mejor es tomarlo con calma, realizar los estudios médicos correspondientes, valorar la situación y tomar decisiones serenas.