Escoliosis: todo lo que debes saber
La escoliosis es una curvatura anormal de la columna vertebral que se produce con frecuencia durante el periodo de crecimiento antes de la etapa de la pubertad. Es una desviación estructurada que no tiene que ver con un cambio de postura y que no puede ser corregida de forma voluntaria por el paciente.
La alteración anatómica de la columna, es decir, las curvas, suelen tener forma de C o S. Pueden aparecer dos al mismo tiempo, una superior y otra inferior en direcciones opuestas, o se puede formar una curva en una sola dirección.
La mayoría de los casos son leves y se pueden sobrellevar con cambios en el estilo de vida. Sin embargo, algunos niños presentan deformidades que tienden a empeorar con el paso de los años y, puede ser tan grave, se vuelve motivo de incapacidad.
Clasificación de la escoliosis
La mayor parte de las veces se desconoce la causa. Esto se denomina escoliosis idiopática y se clasifica por edad:
- Escoliosis infantil: niños de 3 años o menos.
- Escoliosis juvenil: niños de 4 a 10 años.
- Escoliosis adolescente: niños mayores de 11 a 18 años.
La deformación también se relaciona con otras causas establecidas:
- Congénita: se presenta al nacer. Ocurre cuando las costillas o las vértebras del bebé no se forman correctamente.
- Neuromuscular: se produce por una alteración del sistema nervioso que compromete los músculos. Estos abarcan: parálisis cerebral, espina bífida, polio y distrofia muscular.
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Causas de la escoliosis
Los médicos desconocen el origen de los casos más frecuentes de escoliosis. Al parecer, muchos de estos suponen factores hereditarios, dado que el trastorno también afecta o afectó a otro miembro de la familia. Otras causas incluyen:
- Afecciones neuromusculares
- Defectos de nacimiento
- Lesiones o infecciones de la columna vertebral
Factores de riesgo
La predisposición de padecer el tipo más frecuente de esta enfermedad aumenta por:
- Edad. Durante la infancia o en el período de crecimiento antes de la pubertad.
- Sexo. Las niñas corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones por escoliosis.
- Antecedentes familiares. La mayoría de los niños no tiene antecedentes familiares de la enfermedad. No obstante, en casos reducidos se asocia con factores hereditarios.
Síntomas de escoliosis
Algunos casos de escoliosis no presentan síntomas. En general, se puede manifestar con:
- Asimetría de los hombros o cadera (un hombro se nota más alto que el otro)
- Cansancio en la columna al adoptar una misma postura por mucho tiempo
- Cintura dispareja
- Dolor de espalda o lumbago
- Curvatura evidente de la columna hacia un lado
Cuando la curvatura empeora, la columna vertebral también rota y se encorva de un lado a otro. Esto puede hacer que las costillas de un lado del cuerpo se noten más que del otro.
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Complicaciones
En grados muy avanzados de la enfermedad, sobre todo si se prolonga hasta la edad adulta, se pueden producir complicaciones como:
- Daño cardíaco y pulmonar
- Problemas en la espalda o dolor crónico
- Aspecto (hombros disparejos, costillas prominentes y caderas desalineadas)
Diagnóstico
Para el diagnóstico, el médico iniciará con una exploración física para determinar aspectos como:
- Altura de los hombros
- Ángulo toracobraquial (relativo al tórax y al brazo)
- Ubicación de las escápulas u omóplatos
- Joroba en la visión lateral con inclinación del tronco
- Alteraciones en la piel sobre la zona de las vértebras
Exámenes médicos
Aunque una simple exploración física puede ser suficiente para detectar una curvatura anormal en la columna, es necesario realizar otros exámenes médicos, ya que en ocasiones la deformidad es peor de lo que se observa en el primer análisis. Las pruebas incluyen:
- Medición de la columna (examen con escoliómetro)
- Radiografías simples
- Resonancia magnética de la columna
Tratamiento
Los casos leves de escoliosis no suelen requerir un tratamiento. El médico puede sugerir terapias físicas y natación. Asimismo, solicitará chequeos cada cuatro o seis meses para determinar si hubo algún cambio en la curvatura de la columna vertebral.
La decisión de iniciar un tratamiento varía en cada caso. Para ello, se tienen en cuenta factores como:
- Causa
- Gravedad de la curvatura
- Patrón de la curvatura
- Ubicación de la curvatura
- Edad del paciente
Entre los distintos tratamientos para la escoliosis encontramos:
- Dispositivos de inmovilización. Se recomiendan para los niños con escoliosis moderada y cuyos huesos están en crecimiento. El dispositivo no cura la escoliosis, pero puede evitar que avance la curvatura.
- Cirugía. Los casos más graves de escoliosis se pueden tratar con una intervención quirúrgica que reduce la curvatura. La cirugía más frecuente se conoce como fusión espinal.
- Fisioterapia. Los ejercicios de fisioterapia no pueden detener la escoliosis. Sin embargo, su práctica habitual aporta importantes beneficios sobre la salud en general.
- Apoyo psicológico. Los niños y adolescentes requieren un continuo apoyo emocional para afrontar los cambios y desafíos que implica la escoliosis.