Hiperparatiroidismo: síntomas, diagnóstico y tratamientos
El hiperparatiroidismo produce un aumento de los niveles de calcio en sangre, que pueden asociarse con dolores abdominales, cansancio y depresión, entre otros síntomas. Te explicamos por qué sucede.
El hiperparatiroidismo, como su propio nombre indica, es una afección que consiste en un incremento de la hormona paratiroidea en sangre. La hormona paratiroidea también recibe el nombre de paratohormona (PTH).
Esta hormona se encarga de regular los niveles de calcio en sangre. Se produce en las glándulas paratiroides, que se encuentran en el cuello, junto a la tiroides. Son cuatro glándulas de pequeño tamaño.
El hiperparatiroidismo es una condición frecuente que, en muchos casos, requiere ser tratada. En este artículo te explicamos en qué consiste, por qué se produce y qué se debe hacer al respecto.
¿En qué consiste el hiperparatiroidismo?
El hiperparatiroidismo, como hemos señalado en la introducción, es una patología que consiste en un incremento de la hormona paratiroidea en sangre. Esta hormona se sintetiza en las glándulas paratiroides, que se sitúan detrás de la tiroides.
La función de la hormona paratiroidea es regular los niveles de calcio en la sangre. El calcio es un mineral fundamental para el correcto funcionamiento del organismo. Interviene en la contracción muscular, el ritmo cardiaco, la estructura ósea, etcétera.
Lo que sucede en el hiperparatiroidismo es que el aumento de la paratohormona hace que, a su vez, se incrementen los niveles de calcio en sangre. Esto puede conllevar numerosos síntomas y problemas de salud que explicaremos más adelante.
Según expresa un artículo de Redacción Médica, existen dos tipos principales de hiperparatiroidismo. El primario es aquel en el que se produce un aumento de una o varias de las glándulas paratiroides. Es decir, el problema está en las glándulas como tal.
Por otra parte, el hiperparatiroidismo secundario es aquel que se produce como consecuencia de otra enfermedad. Dicha enfermedad o situación hace que bajen los niveles de calcio en el organismo. Como respuesta a esto, las glándulas paratiroides comienzan a secretar mucha más hormona paratiroidea de lo habitual.
Síntomas del hiperparatiroidismo
Esta condición hace que se incrementen los niveles de calcio en sangre. Según afirman los expertos del Centro de Paratiroides Norman, la mayoría de los casos se diagnostican antes de que aparezcan síntomas.
El problema es que, cuando aparece sintomatología, puede ser muy inespecífica. Además, en ocasiones pueden llegar a ser muy graves y poner en riesgo la vida. Para que aumente el calcio en la sangre, la hormona paratiroidea estimula su liberación desde los huesos.
Por eso, una de las consecuencias del hiperparatiroidismo es la osteoporosis. También es frecuente que aparezca dolor en los huesos o las articulaciones. El calcio también tiende a formar cálculos renales y a incrementar la necesidad de orinar.
Muchas personas se sienten cansadas, deprimidas o con falta de memoria. Del mismo modo, puede aparecer dolor abdominal, náuseas y pérdida de apetito. Es posible que haya taquicardia o palpitaciones.
¿Qué lo puede causar?
El hiperparatiroidismo, como hemos explicado antes, puede ser primario o secundario. En ambos casos la consecuencia es el incremento de hormona paratiroidea. Sin embargo, son entidades que pueden tener causas diferentes. En los siguientes apartados mencionamos las más relevantes.
Hiperparatiroidismo primario
Este tipo se produce por una alteración en alguna de las cuatro glándulas paratiroides. Tal y como señalan los especialistas de Mayo Clinic, la causa más frecuente son los adenomas. Son un tipo de tumor benigno en dichas glándulas que hace que incrementen su actividad.
También puede deberse a un tumor maligno, aunque es algo menos frecuente. En la mayoría de estos casos, suele haber algún trastorno genético que predispone a sufrir dicho cáncer.
Hiperparatiroidismo secundario
El hiperparatiroidismo secundario es aquel que se produce porque algo baja los niveles de calcio en sangre. En respuesta a esto, las glándulas comienzan a secretar más paratohormona para intentar equilibrar la concentración de calcio.
Los niveles de calcio pueden estar bajos debido a un consumo insuficiente en la dieta. Otra de las causas principales es que no se absorba lo suficiente a nivel intestinal, por alguna patología de dicho órgano.
Del mismo modo, cuando hay un déficit de vitamina D, se absorbe menos calcio a nivel intestinal. Por lo tanto, puede dar lugar a esta patología. El déficit de vitamina D se observa en pacientes con insuficiencia renal crónica, o en personas que tienen una baja exposición solar.
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Factores de riesgo
Hay muchos factores que pueden incrementar el riesgo de sufrir hiperparatiroidismo. Por ejemplo, ser mujer y tener la menopausia es uno de los principales. También, como acabamos de señalar, tener insuficiencia renal crónica, ya que el riñón tiene un papel fundamental en la síntesis de vitamina D.
Ciertos tratamientos, como el litio o la radioterapia en el cuello, pueden aumentar las probabilidades de sufrirlo. Por último, tener antecedentes de ciertos trastornos genéticos, como la neoplasia endocrina múltiple tipo I, es un factor de riesgo muy importante.
Posibles complicaciones del hiperparatiroidismo
Las complicaciones derivadas del hiperparatiroidismo son a consecuencia de los niveles altos de calcio en sangre. Antes señalamos que estos pacientes suelen sufrir osteoporosis y cálculos renales. También puede dar lugar a enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial.
Por otra parte, las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones en la gestación. Cuando el hiperparatiroidismo es grave, es posible que el recién nacido sufra hipoparatiroidismo justo tras el nacimiento.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico del hiperparatiroidismo suele realizarse antes de que aparezcan los síntomas. La prueba fundamental es el análisis de sangre. Con este examen se puede observar cómo están los niveles de calcio y de hormona paratiroidea.
No obstante, eso no es suficiente para averiguar la causa del trastorno. Según explica una publicación de Barna Clinic, se suelen realizar otras pruebas complementarias para averiguar si es de tipo primario o secundario. También se busca averiguar qué tan grave es el cuadro.
Una de ellas es la densitometría ósea. La idea es comprobar si existe osteoporosis en el paciente. El análisis de orina de 24 horas puede ser útil para observar cuánto calcio se excreta en la orina. Además, permite ver cómo está la función renal, al igual que la ecografía renal u otras pruebas de imagen.
La ecografía también se suele realizar a nivel del cuello, para tratar de visualizar las glándulas. No obstante, se suele emplear una prueba específica, que consiste en explorar dichas glándulas con sestamibi. Es un compuesto radioactivo que suelen captar las glándulas.
De esta manera, si alguna de ellas está hiperactiva, capta más cantidad de sestamibi. Eso, mediante una prueba de imagen como la tomografía computarizada, permite apreciar fácilmente las alteraciones. Así se diagnostican los casos de hipertiroidismo primario.
Tratamientos disponibles para el hiperparatiroidismo
El tratamiento del hipertiroidismo varía en función del estado del paciente. Hay casos en los que se prefiere un manejo expectante, basado solo en la observación. Por ejemplo, en pacientes cuyos niveles de calcio están poco elevados. También es una opción si no hay problemas renales, la densidad ósea es normal o apenas hay síntomas.
Sin embargo, en muchos casos se requiere un tratamiento. La opción terapéutica más empleada es la cirugía. Sobre todo, en los casos primarios. La idea es extirpar las glándulas afectadas para evitar que sigan produciendo demasiada hormona.
Es una cirugía sencilla, que se suele realizar mediante anestesia local. No obstante, pueden aparecer complicaciones, como daño en las cuerdas vocales o infecciones. Además, muchos pacientes requieren suplementos de calcio y vitamina D posteriores.
Tratamiento médico
Además de la cirugía, existe una serie de fármacos que pueden ayudar a controlar el hipertiroidismo. No son una opción curativa, pero son otra alternativa. Los más empleados son los calcimiméticos. Son compuestos similares al calcio, que ”engañan” a la glándula para que no siga produciendo hormonas.
También se pueden utilizar bifosfonatos. Son fármacos que se emplean para tratar la osteoporosis. Evitan la pérdida del calcio de los huesos. El problema es que suelen tener efectos secundarios gastrointestinales, como náuseas y vómitos.
Estilo de vida y recomendaciones
En algunos casos, el hiperparatiroidismo se puede prevenir o se puede reducir su impacto. Por ejemplo, se aconseja beber mucho líquido para orinar más. Así se estimula la depuración renal y se reduce el riesgo de que se formen cálculos renales.
También se recomienda mantener un consumo adecuado de calcio y controlar la vitamina D. Esto cobra especial importancia en las mujeres menopáusicas. La vitamina D se activa gracias a la exposición solar.
Por eso, otro de los consejos es hacer ejercicio con regularidad al exterior. Por ejemplo, pasear. Además, el ejercicio también ayuda a mantener los huesos más fuertes. Del mismo modo, hay que evitar el tabaco.
Lo que debemos recordar es que el hiperparatiroidismo es una condición relativamente frecuente. Puede suceder tanto de forma primaria como a consecuencia de ciertas situaciones que bajen los niveles de calcio.
Como en muchas ocasiones no produce síntomas o son muy inespecíficos, es importante tratar de acudir a las revisiones médicas de forma frecuente. Es un problema que puede requerir tratamiento para evitar complicaciones graves como las enfermedades cardiovasculares o la osteoporosis.