Hipogonadismo: causas, consecuencias y tratamiento
El hipogonadismo es una condición en la que se producen desajustes en la síntesis y secreción de ciertas hormonas sexuales. Es mucho más común en hombres que en mujeres.
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El hipogonadismo es una condición en la que los testículos u ovarios no son funcionales o hay incapacidad del hipotálamo para secretar las cantidades adecuadas de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH). Las gonadotropinas son esenciales tanto en varones como en mujeres, pues se necesitan para la espermatogénesis y la ovulación.
En Europa y Estados Unidos, del 2 al 13 % de la población de hombres de edad media-avanzada presentan hipogonadismo. Esta condición es mucho menos común en mujeres, así que nos centraremos en la variante masculina a lo largo de las siguientes líneas. Si quieres conocerlo todo sobre la condición, continúa leyendo.
¿Cómo se desarrollan las gónadas?
El proceso de desarrollo gonadal se conoce como gonadogénesis. Comienza sobre la cuarta semana del desarrollo fetal, pero hasta la séptima semana no se manifeiestan las características masculinas y femeninas de las gónadas.
Estas glándulas genitales se desarrollan a partir del mesodermo intermedio, más específicamente de la lámina urogenital. En ausencia de los factores masculinizantes específicos, existe una tendencia generalizada a la formación de caracteres femeninos, tal y como indica la Universidad de Murcia.
La gonadogénesis anormal durante el desarrollo fetal deriva en condiciones como la disgenesia testicular bilateral, la agonadía, la anorquia —testículo evanescente— y, en consecuencia, el hipogonadismo ya citado.
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¿Cuáles son los tipos y causas del hipogonadismo?
Como hemos dicho, vamos a centrarnos en la variante masculina, ya que reporta mucho más interés a nivel clínico debido a su elevada incidencia. Sin ir más lejos, estudios de la revista Nature estiman que hasta 4 millones de pacientes norteamericanos varones la sufren, mientras que solo el 5 % de ellos reciben el tratamiento pertinente.
La Revista de Urología Colombiana y otras fuentes médicas proponen varios tipos de hipogonadismo masculino en base a su etiología. Aprovechamos este sistema clasificatorio para mostrarte las posibles causas de esta condición.
1. Hipogonadismo primario o HP tipo 1
Es el cuadro clínico más fácil de comprender, pues deriva de un problema directo en los testículos. El hipogonadismo primario implica la desaparición, distorsión o alteración de estas gónadas, en las que se produce de forma normal una de las hormonas más importantes: la testosterona.
Una de las causas más comunes del HP tipo 1 es la anorquia congénita, es decir, la ausencia de testículos en el momento del nacimiento. La disgenesia gonadal mixta, un trastorno debido a un número anormal de cromosomas sexuales también puede causarla. Por último, una extirpación o severo daño en los testículos derivará también en hipogonadismo primario.
2. Hipogonadismo secundario o HP tipo 2
Implica un mal funcionamiento en la hipófisis. La adenohipófisis es la encargada de liberar las hormonas gonadotropinas antes descritas y, por tanto, cuando no realiza su trabajo existe un déficit de la producción y secreción de la hormona luteinizante (LH) y la foliculoestimulante (FSH).
En el varón, la hormona LH es esencial, pues estimula la síntesis de testosterona en los testículos. Por otro lado, la FSH promueve la producción de hormonas como la inhibina y participa en el proceso de espermatogénesis. Debido a la falta de concentraciones circulantes de estas sustancias, el HP tipo 2 también se conoce como hipogonadismo hipogonadotrófico.
Estamos ante una entidad un poco más compleja de catalogar a nivel etiológico, pues su aparición no es tan simple como un daño en los testículos. Entre las posibles causas del HP tipo 2 encontramos las siguientes:
- Hemocromatosis: una enfermedad que afecta al metabolismo del hierro en el organismo, provocando un acúmulo excesivo de este elemento en los órganos y tejidos del enfermo.
- Adenoma: un tumor epitelial de naturaleza benigna que se origina en los tejidos glandulares.
- Isquemia: disminución de la circulación sanguínea que se traduce en un estado de sufrimiento celular en los lugares afectados por falta de oxígeno y nutrientes.
- Uso de drogas, ciertos fármacos y exposición a algunos tratamientos, como la radioterapia.
3. Hipogonadismo terciario o HP tipo 3
En este caso, el fallo se produce a nivel del hipotálamo. El hipotálamo es el encargado de secretar la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), cuya función es estimular la adenohipófisis para que secrete las hormonas luteinizante (LH) y foliculoestimulante (FSH).
Así pues, se produce una suerte de efecto dominó fisiológico. Una falta de GnRH se traduce en una disminución en la liberación de LH y FSH. En consecuencia, los niveles de producción de testosterona en el paciente masculino también bajan.
4. Hipogonadismo idiopático o HP tipo 4
Se trata de una deficiencia androgénica que aparece con la edad y senescencia. La falta de testosterona no se debe a fallos en el eje hipotálamo-hipófiso-gonadal, así que no cae en ninguna de las clasificaciones antes descritas.
Síntomas
Tal y como indica la Clínica Mayo, los signos del hipogonadismo pueden surgir desde el desarrollo fetal hasta la edad adulta. Te mostramos los síntomas típicos en la siguiente lista:
- Desarrollo fetal: si el cuerpo del feto no produce suficiente testosterona durante la gestación, el bebé puede nacer con caracteres anormales a pesar de su sexo biológico masculino. Entre ellos, encontramos genitales femeninos, ambiguos o gónadas mal desarrolladas.
- Pubertad: una falta de hormonas durante la pubertad puede dificultar el desarrollo muscular, la formación del tono vocal adulto, el crecimiento del vello corporal y facial y el desarrollo del pene y los testículos. Los varones con falta de hormonas sexuales masculinas pueden presentar desarrollo mamario (ginecomastia).
- Adultez: la falta de testosterona provoca disfunción eréctil, depresión, disminución de energía y falta de deseo sexual. A largo plazo, esta condición puede promover la aparición de osteoporosis e, incluso, de infertilidad.
¿Cómo se diagnostica?
En primer lugar, es necesaria una exploración física, en la que el profesional evaluará el estado del pene y testículos y observará el nivel de desarrollo de vello facial, corporal y masa muscular del paciente. También suele ser necesario un tacto rectal.
Una vez se sospecha del desequilibrio hormonal ya descrito, se tomará una muestra de sangre en el paciente para registrar los niveles de testosterona, hormona luteinizante y hormona folículoestimulante. Así se puede confirmar la presencia de hipogonadismo si los valores de estos parámetros están por debajo de lo normal.
Los niveles normales de testosterona en varones son de 300 a 1000 nanogramos por decilitro de sangre (ng/dL).
Tratamiento del hipogonadismo
El tratamiento principal del hipogonadismo masculino, tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, es recetar al paciente dosis de testosterona. Esta hormona se presenta en formato de parche cutáneo, como gel para la piel, solución aplicada en la axila, parche bucal o inyección.
Esta terapia de reemplazo hormonal puede ser diferente, dependiendo de las deficiencias de cada paciente- Pero si el hipogonadismo es secundario o terciario hay que abordar la causa subyacente. Si existe un tumor habrá que extirparlo, al igual que es necesario solucionar una isquemia cuando se noten indicios de ella.
Además, es necesario tener en cuenta un par de puntos concretos para sobrellevar el hipogonadismo en el día a día:
- La obesidad promueve la deficiencia de testosterona: en base a esta premisa, si el paciente presenta sobrepeso debe cambiar sus hábitos y rutinas. Esto pasa por ajustar la dieta, dejar de beber alcohol y de fumar.
- El hipogonadismo en la edad adulta se asocia a la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico: por ello, los pacientes diabéticos deben abordar esta condición para notar una mejoría en los síntomas asociados. Acudir a terapia sexual también es una buena idea en estos casos.
Pronóstico
Muchas formas de hipogonadismo se pueden tratar y tienen buen pronóstico. De todas formas, fuentes ya citadas indican que, a menudo, no se puede recuperar la fertilidad de un varón con la variante primaria.
Si la causa es secundaria, esta propiedad se puede recuperar con el abordaje del problema subyacente, pero una malformación congénita —como una anorquia— tiene difícil solución. En estos casos, no hay que desanimarse. Existen terapias de reproducción asistida que ayudan a las parejas que no han podido concebir.
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Consulta y no te quedes con las dudas
Como habrás podido comprobar, el hipogonadismo suele encontrar su causa en 3 ejes distintos: los testículos, el hipotálamo o la hipófisis. Dependiendo del origen, el abordaje es más o menos sencillo, pero casi siempre suele pasar por la administración de testosterona en forma de geles o de parches.
Si te has visto reflejado en cualquiera de estas líneas, no dudes en ir al médico. Sabemos que la situación conlleva una serie de reservas y vergüenzas, pero la falta de libido y los signos asociados al hipogonadismo son desajustes hormonales que deben tratarse.