Organismos resistentes: infección por SARM
La infección por SARM suele aparecer en pacientes hospitalarios de estancia prolongada y en personas que consumen drogas de forma intravenosa. La explicamos aquí.
- Cor pulmonale: riesgos, causas y síntomas
- Obstrucción en las vías biliares: todo lo que debes saber
- Dismorfofobia: ¿en qué consiste y cómo superarla?
La infección por SARM hace referencia a una patología causada por el microorganismo Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), una cepa de esta bacteria que se ha vuelto resistente a varios antibióticos. Tal y como indica la Clínica Mayo, aproximadamente el 2 % de la población mundial posee esta condición crónica.
Si bien una infección por SARM en un individuo sano no suele reportar problemas graves, cuando este patógeno ingresa en las heridas profundas, catéteres intravenosos y otros instrumentos, el cuadro puede llegar a ser mortal. Si quieres conocerlo todo acerca de estos superorganismos resistentes y lo que provocan en el humano, sigue leyendo.
¿Qué es el SARM?
Como hemos dicho, las siglas SARM hacen referencia a Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, aunque el microorganismo también presenta resistencia frente a la penicilina. Muchas personas albergan este tipo de bacterias en su tracto respiratorio superior y en la superficie cutánea sin que esto sea un problema.
Por otro lado, cuando el patógeno ingresa en el cuerpo de forma intravenosa o a través de una herida —sobre todo en personas inmunodeprimidas— la cuestión se pueden poner muy fea. En Estados Unidos, por ejemplo, se reporta que el 20 % de las infecciones de S. aureus en personas consumidoras de drogas intravenosas corresponden a SARM. En ciertos años, alrededor de 20 000 estadounidenses han muerto por SARM en entornos hospitalarios.
Para saber más: Infecciones frecuentes durante el embarazo
¿Quién está en riesgo?
Según el Manual MSD, algunas infecciones estafilocócicas son más probables en determinadas situaciones. Entre ellas encontramos las siguientes:
- Pacientes que requieren acciones en el torrente sanguíneo: cuando se coloca una vía intravenosa por mucho tiempo a un paciente inmunodeprimido en un entorno hospitalario, las probabilidades de infección por SARM aumentan.
- Factores que propician una endocarditis: un catéter en los vasos sanguíneos, una válvula cardíaca artificial o el consumo de drogas intravenosas pueden propiciar que las bacterias se instalen en el endocardio.
- Pacientes con úlceras por presión o debidas a la diabetes: estas personas presentan más riesgo de que las bacterias de la úlcera progresen al tejido óseo, causando algo conocido como osteomielitis.
- Internados en hospitales: según fuentes ya citadas, la mayoría de las muertes por SARM suceden en entornos hospitalarios. La inmunosupresión del paciente y la mayor presencia de bacterias en el entorno pueden ser una combinación letal.
Como resumen, podemos afirmar que están en riesgo aquellas personas que son sometidas a operaciones o procesos complicados en hospitales, además de aquellos que consumen drogas de forma intravenosa.
¿Cuáles son los síntomas de la infección por SARM?
Tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las infecciones por SARM suelen aparecer en pacientes ingresados que ya tienen un sistema inmune debilitado. La variante cutánea se manifiesta con un área enrojecida, hinchada y dolorosa en la piel. Esto indica que la proliferación bacteriana inicial está circunscrita a la epidermis.
Por otro lado, las infecciones en pacientes inmunodeprimidos suelen presentarse de forma sistémica (más allá de la herida) y tienden a ser graves. Dependiendo de los órganos afectados, algunos de los signos clínicos más comunes son los siguientes:
- Dolor en el pecho, tos y dificultad al respirar.
- Fatiga, fiebre y escalofríos.
- Indisposición general y cefalea.
- Erupción de la piel y heridas que no sanan.
¿Cómo se diagnostica?
Tal y como indica el portal Kidshealth, el diagnóstico es a partir de las muestras del paciente. Se pueden tomar frotis de la lesión inicial, pero también se deberán acompañar de análisis de sangre y otros métodos para corroborar hasta dónde llega la infección.
Se pueden recoger muestras de orina y esputo, las que se mandarán a un laboratorio que aislará al patógeno mediante cultivos bacterianos. Cuando la bacteria está presente en las muestras de los pulmones o la sangre el tratamiento se complica.
Posibles tratamientos para una infección por SARM
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), una infección por SARM cutánea puede requerir un drenaje de la herida y, en algunos casos, la prescripción de antibióticos a los que el microorganismo no sea resistente. En ningún caso se debe tratar esta patología en el entorno doméstico.
Las enfermedades graves diseminadas por el cuerpo requieren de un ingreso hospitalario de urgencia. Estos pacientes suelen necesitar una terapia intravenosa inicial, acompañada luego de antibióticos durante un tiempo variable. Por desgracia, el pronóstico es reservado.
Prevención ante la infección por SARM
Tal y como indica el portal Radys Children, evitar una infección por SARM es sencillo si se siguen una serie de pasos. Entre ellos destacamos los siguientes:
- Lavarse las manos de forma eficaz durante 20 segundos de forma asidua. Esto es necesario en zonas con grandes concentraciones y algomeraciones de gente.
- Higienizar cualquier corte o herida nada más se produzca. Se deben llevar tiritas o gasas en las lesiones, con el fin de que los patógenos no puedan ingresar.
- No compartir material de higiene propia con otras personas, menos aún si entra en contacto directo con la piel.
- No inyectarse drogas ilícitas. La vía intravenosa es particularmente eficaz en lo que a la infección por SARM se refiere.
Quizás te pueda interesar: Etapas de la infección del VIH
Una patología cada vez más común
La infección por SARM se ha asociado a los ambientes hospitalarios y a ciertas prácticas de vida, pero lo real es que cada vez son más comunes debido a la expansión de los patógenos resistentes en la sociedad. Si bien este cuadro clínico no es mortal en personas con un sistema inmune activo, puede hacernos pasar un mal rato.
Por ello, es esencial tomar como costumbre el lavarse las manos de forma asidua e higienizar toda herida y rozadura, por insignificante que parezca. Prevenir esta enfermedad es sencillo, siempre y cuando se mantengan hábitos básicos en el entorno.