Preguntas para resolver antes de hacer ejercicio si tienes artritis

Cuando padecemos dolores, lo más común es evitar el entrenamiento, principalmente si se ven involucradas las articulaciones. Sin embargo, quizás la mejor opción sea hacer todo lo contrario, aunque hay que tomar los recaudos necesarios. Sigue leyendo para conocer las 6 preguntas que deberías resolver antes de comenzar a hacer ejercicio si tienes artritis.
La artritis es la inflamación de una o más articulaciones que nos causan dolor, rigidez o hinchazón, y que suele disminuir nuestro rango de movimiento. Al día de hoy, existen tratamientos para sobrellevarla de mejor manera, pero no hay cura definitiva.
Hacer actividad física de forma segura puede ayudar a mejorar la movilidad y a reducir el dolor.
Si padeces artritis, es importante que hagas ejercicio. Te ayudará a controlar las molestias, a lograr mayor flexibilidad y a mejorar la función de las articulaciones.
Puesto de otra manera, servirá para mejorar la calidad de vida. De todos modos, debes tener en cuenta varios factores antes de comenzar con el entrenamiento. Por ese motivo, te proponemos estas 6 preguntas a tener en cuenta antes de hacer ejercicios con artritis.
1. ¿Qué tipo de artritis tienes?
Hay más de 100 enfermedades reumáticas comprendidas por la artritis. La artrosis es la que aparece con mayor frecuencia.
Otras, como la artritis reumatoide, el lupus y la gota también están entre las más comunes. Habrá que visitar al médico para poder determinar cuál es la afección que padecemos y, en consecuencia, elaborar el plan de entrenamiento acorde.
Por ejemplo, si sufrimos artritis reumatoide, que es una afección inflamatoria, los ejercicios de flexibilidad pueden ser una buena opción. En el caso de la osteoartritis, se debe contemplar que utilizar cargas pesadas puede agravar el cuadro y generar más dolor, por lo que serán preferibles los ejercicios de bajo impacto.
De acuerdo con un trabajo realizado en 2004, se concluyó que la combinación de pérdida de peso modesta más el ejercicio moderado en el mediano plazo, proporcionan mejoras generales en la función, el dolor y el rendimiento de la movilidad en adultos mayores con sobrepeso y artrosis de rodilla.

2. ¿Cuál es el nivel de dolor en las zonas afectadas?
La actividad física puede ayudar a reducir el dolor, pero hay que tener en cuenta cuáles son los ejercicios aptos de acuerdo con nuestra condición física. Si padecemos dolores, debemos poner límites, ya que no debemos sufrir el ejercicio, sino poder realizarlo en forma amena y controlada.
Si durante la actividad el dolor se incrementa, debemos parar y consultar con un médico.
En 2021 se llevó a cabo un estudio sobre la eficacia de los ejercicios de fuerza en el tratamiento de la artritis reumatoide. El mismo consistió en un metaanálisis con 512 pacientes en un grupo de ejercicios de resistencia y 498 pacientes en otro grupo de control. Los resultados mostraron que, en comparación con el grupo de control, el ejercicio de fuerza disminuyó significativamente la puntuación de actividad de la enfermedad en los pacientes.
3. ¿Cómo considerarías tu condición física actual?
Si llevamos algún tiempo sin entrenarnos, lo mejor es comenzar despacio e intensificar la actividad poco a poco. En especial, si el motivo del abandono fue por artritis o alguna otra afección.
Debemos mentalizarnos que los resultados se verán a mediano y largo plazo. Mantener las articulaciones en movimiento y la musculatura fuerte ayudan a disminuir el dolor o a evitar mayor daño.
4. ¿Qué pasa si no hago actividad física?
Si no hacemos actividad, las articulaciones pueden volverse más rígidas. Además, podría incrementarse el dolor.
Lo más recomendable es realizar ejercicio para fortalecer los músculos. De lo contrario, estaremos débiles y seremos más propensos a sufrir diversos tipos de lesiones.
5. ¿Qué ejercicios debo hacer para tratar la artritis?
Siempre tendremos que tener en cuenta cuál es el tipo de artritis que padecemos para elaborar un plan de entrenamiento adecuado. Por eso, es indispensable consultar con un especialista.
En general, los principales ejercicios deben tener las siguientes características:
- De rango de movimiento: sirven para reducir la rigidez y flexibilizar las articulaciones. Esto es beneficioso para atenuar el dolor. Suelen realizarse en la etapa de calentamiento o de estiramiento e incluyen giros de cabeza, movimiento de hombros, rotación de muñecas y estiramiento de los dedos, entre otros.
- De fortalecimiento: son para aumentar la fuerza muscular, lo cual ayuda a proteger las articulaciones. Debemos tener cuidado con el peso a utilizar. Siempre conviene comenzar liviano y aumentar de manera progresiva.
- De resistencia: el ejercicio aeróbico fortalece el corazón. Actividades como salir a caminar, andar en bicicleta o realizar algunos ejercicios bajo el agua requieren de poco esfuerzo y contribuyen a aumentar la frecuencia cardíaca y a trabajar la musculatura.
- De flexibilidad: combinan movimiento, respiración y meditación. Pueden ser yoga, pilates u otros entrenamientos de esas características que nos permitirán lograr mayor rango de movimiento y nos ayudarán a despejar la mente.
- Isométricos: son los ejercicios de resistencia en los que no hay movimiento, sino que se tensan los músculos y se mantiene la postura por un tiempo estipulado. Se trabaja con el peso propio del cuerpo. Se pueden realizar planchas, elevaciones de cadera, zancadas o abdominales estáticos, entre otros.

6. ¿Debería ir al médico?
¡Por supuesto que sí! Te recomendamos acudir a un fisioterapeuta, que se especializa en evaluar la condición y elaborar el tratamiento para aquellas personas que padecen afecciones que limitan la capacidad de movimiento, ya sea por lesión o enfermedad.
El especialista podrá orientarnos sobre qué podemos hacer para mejorar y qué debemos evitar para no agravar el cuadro.
Ponte en movimiento con el ejercicio para la artritis y ¡olvídate del dolor!
Hacer ejercicio si padecemos artritis, o incluso otras afecciones, es una gran idea. Por un lado, ayudará a mejorar nuestro estado físico, a fortalecer los músculos, a lograr más flexibilidad y a reducir el dolor.
Por el otro, también reforzará nuestra autoestima, ya que nos sentiremos mejor, podremos sobrellevar de buena manera las actividades diarias y recuperar aquellas que habíamos abandonado.
Recuerda consultar con tu fisioterapeuta para elaborar el programa adecuado, de acuerdo con el tipo de artritis y con tu condición física. Ponte en movimiento y ¡olvídate de los dolores!