¿Qué es la disfagia?
La disfagia es un síntoma caracterizado por un problema al practicar la deglución. ¿Sabes cuáles son los tipos y causas de esta molesta ocurrencia? Aquí te los mostramos.
La disfagia es un término que describe un síntoma basado en la dificultad de deglución. Según la revista Farmacia Profesional, esta patología expresa la incapacidad para hacer progresar con normalidad el contenido de la boca hasta el estómago. Esto incluye, tanto el inicio del tragado del alimento, como la sensación de que el material deglutido queda retenido en el esófago.
Debido a las múltiples causas que pueden generar este síntoma y la incomodad que el mismo produce, conocer los motivos de la aparición de una disfagia y cómo combatirla se hace esencial. A continuación, te enseñamos todo lo que es necesario saber sobre ella.
Tipos y distribución
Según estudios recopilados por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el porcentaje de habitantes con este síntoma en cualquier localización es del 10 %, lo que supone una ocurrencia muy común. Esta misma fuente recopila que en España, la prevalencia (porcentaje de personas afectadas) de la disfagia es de un 8,3 %, sin importar la edad. Sin embargo, sí que se observó que es mucho más habitual en mujeres.
Según fuentes ya citadas, este molesto síntoma se puede dividir en dos grandes categorías. A continuación te las explicamos.
Disfagia orofaríngea
En este caso, se encuentra comprometida la transferencia del bolo alimenticio desde la boca al esófago. Según estudios llevados a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta variante es mucho más prevalente en ancianos mayores de 75 años, en pacientes con accidentes cerebrovasculares y en personas que han sido intubadas como parte de un tratamiento médico.
Se trata de un síntoma causado por trastornos neuromusculares que afectan a la hipofaringe (la parte que se encuentra al lado y detrás de la laringe) y el esófago superior. En los cuadros más graves, el paciente no puede deglutir su propia saliva, lo que causa que se acumule en la cavidad bucal.
Disfagia esofágica
Aquí nos referimos a un síntoma caracterizado por la dificultad de transportar el alimento por el esófago hasta alcanzar el estómago. Si el paciente presenta alteraciones para deglutir tanto sólidos como líquidos, es posible que la causa se encuentre en un trastorno en la motilidad.
En cambio, si solo tiene problemas con comidas sólidas, seguramente nos encontremos ante una mera obstrucción mecánica en el esófago. Es decir, un crecimiento dentro de la luz del órgano que detiene la bajada de los alimentos.
Para saber más: ¿Cómo es la alimentación en la disfagia?
Causas de la disfagia
Como hemos podido ver, la disfagia es un síntoma muy general. Estudios científicos han tratado de calcular su prevalencia en los distintos cuadros clínicos. Algunos de los más comunes son los siguientes.
Enfermedades neurodegenerativas
En las enfermedades neurodegenerativas, la presencia de las disfagias orofaríngeas es habitual:
- La ELA (esclerosis lateral amiotrófica) bulbar presenta este síntoma en un 100 % de los casos, pues según la Fundación Luzón, esta patología afecta a las neuronas localizadas en el tronco del encéfalo. Esto se traduce en dificultades para hablar y tragar.
- Los pacientes con párkinson sufren dificultades de deglución entre el 35 % y el 45 %. No es coincidencia, ya que se caracteriza por la muerte neuronal.
- En el caso de la esclerosis múltiple, la prevalencia llega hasta el 45 %.
- Por último, más del 80 % de los pacientes con alzhéimer presentan este síntoma.
Como hemos podido ver, las dificultades para deglutir están relacionadas en estrecho con enfermedades de origen neurodegenerativo. Esto no es coincidencia, ya que los movimientos musculares faríngeos son esenciales para el transporte de la comida. Cuando las neuronas fallan, pueden verse imposiblitados.
Otras causas
A pesar de que los trastornos neurodegenerativos y cerebrovasculares estén en el centro de sospecha ante este molesto síntoma, fuentes bibliográficas citadas con anterioridad recalcan que existen otras muchas patologías que pueden causarlo. Entre ellas encontramos las siguientes:
- Acalasia: trastorno extraño que consiste en la incapacidad del esfínter esofágico de relajarse para deglutir el alimento.
- Reflujo gastroesofágico: subida de los alimentos mezclados con los ácidos del estómago hacia el esófago de forma involuntaria.
- Amigdalitis: inflamación de las amígdalas palatinas, por causas víricas o bacterianas.
- Cánceres: por ejemplo, la aparición de tumores en el esófago.
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Disfagia: ¿qué recordar?
Como hemos podido ver, la disfagia no responde a una patología en sí misma, sino que es un síntoma que avisa al paciente de una enfermedad subyacente. A pesar de lo molesta que pueda resultar, páginas oficiales, como Nestle HealthScience, recogen diversos consejos para abordarla.
Algunos de ellos son modificar la consistencia de los alimentos y bebidas para evitar que estos sean demasiado ásperos o secos. También añadir a las comidas leche o salsas para que adquieran una consistencia más suave o evitar el consumo de frutas y verduras con pepitas.
Por desgracia, este síntoma no tiene una solución en sí mismo, pues el tratamiento se basa en el abordaje de la patología que lo causa. El diagnóstico certero es una etapa fundamental que debe conducirse por un equipo médico experimentado en este trastorno.