¿Qué es la salmonelosis y cómo tratarla?
La salmonelosis es una patología que se caracteriza por la aparición de fiebres, retortijones y diarreas abundantes. Descubre cómo evitar el contagio y cómo tratar la enfermedad.
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La salmonelosis humana es una enfermedad infecciosa producida por bacterias del género Salmonella. Diversos estudios señalan que este microorganismo se encuentra muy extendido entre especies de ganadería avícola (como gallinas y sus productos derivados), así como en la superficie de otros alimentos, tales como la carne, las frutas y las verduras.
Es esencial diferenciar entre la salmonelosis tifoidea y su variante no tifoidea. La primera está causada por el microorganismo Salmonella typhi y es una enfermedad típica de aguas contaminadas. Por otra parte, la salmonelosis no tifoidea es generada por las bacterias Salmonella bongori y Salmonella enterica typhimurium.
Estos dos últimos microorganismos son los que causan el cuadro clínico de diarrea y otros síntomas gastrointestinales. Debido a su mayor interés epidemiológico, va a ser en esta variante en la que nos centremos. Aquí te contamos, entonces, qué es la salmonelosis y cómo tratarla.
Sobre su distribución
La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos avisa de la importancia de las enfermedades de transmisión alimentaria, pues se estima que una de cada 10 personas en cualquier momento dado las están combatiendo (550 millones de habitantes en la Tierra al año). Además, se calcula que estas patologías provocan la pérdida de 33 millones de años de vida sana en la población general a lo largo del tiempo.
Este portal también nos brinda ciertos datos en lo referente a la salmonelosis no tifoidea:
- Las bacterias Salmonella causan más de 1.35 millones de infecciones de forma anual, de las cuales 26 500 requieren de hospitalización del paciente. 420 de todos los casos desembocan en la muerte. Todas estas cifras están recogidas solo en Estados Unidos.
- Los brotes de salmonelosis suelen llamar la atención de los medios de comunicación, pero en todo el globo, entre el 60 % y 80 % de los casos se consideran esporádicos y aislados.
Todos estos datos ponen en evidencia que, lejos de ser una patología lejana en el tiempo y espacio, está presente en nuestra sociedad de forma muy usual. Por ello, conocerla se hace esencial para tomar medidas preventivas.
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¿Qué es la salmonelosis y cómo tratarla?
Los microorganismos causantes de la patología que hoy nos atañe, como ya hemos dicho con anterioridad, son bacterias del género Salmonella. Estos son patógenos anaerobios facultativos (que pueden crecer con o sin la presencia de oxígeno), gram-negativos, de forma redondeada, que pertenecen a la familia Enterobacteriaceae.
Investigaciones recogen que el género Salmonella está compuesto por dos especies, de las cuales S. enterica (serotipo typhimurium) es la causante de la mayoría de los casos de relevancia clínica.
Síntomas
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la OMS recogen la sintomatología de la salmonelosis no tifoidea. Algunos de los signos de infección de este microorganismo son los siguientes:
- Los síntomas comienzan a partir de las 6 horas a los 6 días tras la ingestión de material infectado con la bacteria. Se calcula que la dosis de inoculación de microorganismos para generar la infección debe ser relativamente grande (entre 100 000 y 1 000 000 de microorganismos).
- Lo más habitual es la presencia de diarrea, que puede llegar a contener sangre, ya que estas bacterias se adhieren a las mucosas intestinales y al epitelio gástrico, generando perjuicios en ellos.
- También se experimentan fiebres, dolores intestinales, retortijones y distensión abdominal.
- La deshidratación, con poca producción de orina, mareos y boca seca, sucede por vómitos o diarreas excesivos.
Tratamiento de la salmonelosis
Fuentes bibliográficas clínicas nos informan que la salmonelosis y la campilobacteriosis son las enfermedades zoonóticas (es decir, de origen animal) de mayor prevalencia y expansión en países de alto ingreso. Por ello, es necesario tener un protocolo de tratamiento ajustado para los casos más graves.
La mayoría de los pacientes se recuperan sin un tratamiento específico. Una dieta liviana y una hidratación continuada para reponer la pérdida de líquidos por la diarrea deberían de ser medidas más que suficientes para superar la enfermedad sin mayores complicaciones.
Aún así, en los casos graves puede hacerse necesaria la administración de electrolitos (iones de sodio, potasio y cloruro) por culpa de una pérdida excesiva. También se pueden administrar antibióticos en los grupos de riesgo, pero este abordaje está muy reservado, pues promueve la aparición de cepas resistentes a largo plazo.
Prevención
Como ya hemos dicho, la salmonelosis es una enfermedad de naturaleza zoonótica. Estudios recogen que, al tratarse de bacterias intestinales, estas son desechadas con las heces de los animales contaminados o de personas enfermas y pueden colonizar una gran cantidad de ambientes, incluidas las superficies de los alimentos y las aguas residuales.
Es imposible identificar un alimento infectado con Salmonella, pues huele y tiene un color normal. Por ello, la mejor prevención es cocinar bien las comidas y, en caso de que se consuman crudas (como frutas y verduras), desinfectarlas concienzudamente antes de su consumo, sobre todo si te encuentras de viaje en un entorno con casos conocidos.
En la situación de granjeros y personas del sector agrícola, se hace esencial seguir una serie de protocolos de chequeo de la bacteria en ganado y aves. Además, se impone una limpieza continua de las manos y la instrumentación de la persona encargada del manejo de los animales y sus productos.
Para saber más: Prevención de la salmonelosis
Salmonelosis: ¿qué recordar?
Como hemos podido ver en estas líneas, estamos ante una patología zoonótica causada por una bacteria. Esta enfermedad, por desgracia, está extendida a lo largo del globo, sobre todo en regiones con una salubridad baja y amplio contacto con especies animales de ganado.
Por todas estas razones, es esencial extremar las precauciones en el consumo de alimentos en regiones exóticas y viajes durante el verano. Al fin y al cabo, nadie quiere que sus vacaciones se vean arruinadas por una intensa sesión de diarrea.