Queratolisis punctata: ¿qué es y qué la causa?
La queratolisis punctata es una afección de la piel. Es típica en adolescentes o adultos jóvenes deportistas, al igual que se han descrito casos en agricultores y soldados. Todos ellos comparten el hecho de utilizar calzado cerrado durante períodos prolongados o estar sometidos a mucha humedad.
En sí, es una infección bacteriana. Suele afectar a las plantas de los pies, aunque también puede aparecer en las palmas de las manos. El nombre se asocia a su forma característica, con hoyuelos o surcos.
¿En qué consiste la queratolisis punctata?
La queratolisis punctata es una infección bacteriana que se produce en la piel de los pies o de las palmas de las manos. En concreto, afecta al estrato córneo de las palmas y de las plantas.
Las bacterias que la causan suelen ser gram positivas. Se denomina así a aquellas que se tiñen de violeta al utilizar una tinción específica en el microscopio.
La queratolisis punctata, según explica un artículo de FAPap, fue descrita por primera vez en 1910. Castellani, que fue quien la identificó, la planteó como una variante de la hiperqueratosis plantar. Esta condición es un engrosamiento de la capa más externa de la piel.
La prevalencia es muy elevada. Sobre todo en deportistas, adultos jóvenes y en época de verano. A pesar de que tiene una distribución mundial, es más frecuente en las zonas tropicales. La razón es que la humedad juega un papel protagonista en su desarrollo.
Por eso es frecuente en personas que utilizan calzados cerrados durante períodos prolongados. Es una afección típica en ciertas profesiones.
Síntomas de la queratolisis punctata
La queratolisis punctata se denomina así porque las lesiones que suelen aparecer son muy características. Su síntoma principal son pequeños hoyos en la parte superior de la piel de las plantas o de las palmas.
Cada hoyuelo suele tener un tamaño de entre 1 y 3 milímetros. Incluso pueden llegar a alcanzar los 7 milímetros.
Estos hoyuelos tienen tendencia a agruparse. Por ejemplo, en los talones o en las puntas de los pies. Son las zonas donde más presión se ejerce al caminar o al estar de pie.
En ocasiones, los hoyos pueden confluir y dar lugar a una gran lesión. Cuando comienza la infección, lo habitual es que la capa córnea se macere. Esto ayuda a que las bacterias proliferen.
Los surcos se vuelven más prominentes cuando la persona sumerge el pie afectado en agua durante un periodo largo de tiempo. Además, la piel de la zona afectada puede cambiar de color y de textura. Lo más común es que tenga un aspecto blanquecino y arrugado. No obstante, puede estar rojiza si hay inflamación, verduzca por la infección e incluso ennegrecida.
Otro de los síntomas destacables de la queratolisis punctata es el hedor. Muchos pacientes afirman tener un olor desagradable.
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Principales causas y factores de riesgo
Existen diferentes especies de bacterias que se asocian a esta patología:
- Kytococcus sedentarius.
- Dermatophilus congolensis.
- Corynebacterium spp.
- Actinomyces spp.
Todas estas especies proliferan en ambientes húmedos y oscuros. Los soldados, los agricultores, los marineros o pescadores y los atletas son los que más suelen sufrirla en los pies por crear estas condiciones.
Del mismo modo, los ancianos, las personas diabéticas y aquellos que tienen un sistema inmunitario debilitado también conforman un grupo de riesgo. A pesar de que la queratolisis punctata puede desarrollarse en personas de cualquier lugar del mundo, es más común en zonas con clima cálido y húmedo.
¿Cómo se diagnostica la queratolisis punctata?
El diagnóstico de la queratolisis punctata puede ser llevado a cabo por un médico general o un dermatólogo. Según explica una publicación de Dermnet NZ, lo habitual es que se realice de forma clínica. Es decir, que no se requiera ninguna exploración complementaria.
Hay datos que pueden ayudar a orientar al diagnóstico, además de las lesiones características. Por ejemplo, el dolor o incluso la sensación de quemazón al andar.
Para poder diferenciar esta patología de otras entidades, a veces se recurre a ciertas pruebas complementarias. Se puede hacer un raspado de piel para descartar que se trate de una infección causada por hongos.
También se utiliza el examen con luz de Wood. Es una técnica mediante la que la zona muestra una fluorescencia de color rojo coral ante la exposición a una fuente lumínica especial.
Tratamiento de la queratolisis punctata
La queratolisis punctata es una afección que está causada por bacterias. Por eso, se suelen administrar antibióticos para tratarla. Lo habitual es que estos fármacos se prescriban de manera tópica.
Sin embargo, en algunas ocasiones muy específicas puede ser necesario recurrir al tratamiento oral. Los fármacos para esta modalidad son la eritromicina y la clindamicina. También la mupirocina, el ácido fusídico y el peróxido de benzoilo.
Tal y como afirma la Sociedad Española de Urgencias en Pediatría, tras dos semanas de tratamiento tópico suelen desaparecer por completo las lesiones. El olor desagradable también se va.