Tratamiento de la tricotilomanía
La actitud frecuente de comerse el cabello es la tricotilomanía. Su abordaje necesita una combinación de técnicas psicológicas y farmacológicas, pero los resultados no siempre son adecuados.
- Cuidados para un esguince en el dedo gordo del pie
- ¿Qué es la biopsia de piel?
- Aborto inducido: ¿en qué consiste?
El tratamiento de la tricotilomanía se basa en un enfoque multidisciplinario. A su vez, la conducta es parte del trastorno obsesivo crónico y se cree que está relacionada en gran medida con los trastornos de ansiedad.
Los trastornos obsesivos compulsivos abarcan una gran parte de presentaciones clínicas que giran en torno al tema central de los pensamientos repetidos y las actividades que se realizan de la misma manera. Bajo este espectro particular, existe la tricotilomanía, también conocida como trastorno de arrancarse el cabello.
El cabello se tira de cualquier parte del cuerpo de manera repetida y simula una pérdida, como una alopecia. De todas maneras, es causado por la acción de la persona, a diferencia de patologías que se originan en procesos de otra índole.
¿Qué es la tricotilomanía?
La tricotilomanía es una afección psiquiátrica, a menudo debilitante, caracterizada por arrancarse el cabello de forma recurrente. Por ende, esto lleva a la caída del pelo con un deterioro funcional marcado de las faneras por la constante exposición a la agresión.
Muchos pacientes con este trastorno informan que hubo una situación estresante que ocurrió antes de iniciar el comportamiento. A partir de la adolescencia, se informa que la prevalencia a lo largo de la vida alcanza el 3,5 %. Esto significa que más de 3 personas de cada 100 en el mundo lo sufren.
El trastorno se notifica con mayor frecuencia en mujeres y la proporción es de aproximadamente 9:1 con respecto a los hombres. A las claras, resulta tener un perfil femenino.
Características del trastorno
Por lo general, las manos se utilizan para tirar del cabello, pero se pueden emplear pinzas u otros dispositivos. El pelo de la cabeza es el más común al arrancarse, aunque puede ser el de cualquier parte del cuerpo. Después de tirar, algunas personas lo inspeccionarán y se comerán todo o una parte de la fanera.
Es importante tener en cuenta que el tirón del cabello sucede de manera automática, cuando el paciente no está consciente o no está concentrado. Algunas personas presentan el signo de Friar Tuck, con pérdida de pelo en un área distinta a la coronilla y mantenimiento en las regiones temporales y occipitales del cráneo.
Quizás te interese: Tricotilomanía: todo lo que debes saber
Tratamiento de la tricotilomanía
La tricotilomanía es un trastorno multifacético que a menudo involucra a varias especialidades médicas cruzadas, así como múltiples modalidades de tratamiento. El paciente puede ser visto por un médico de atención primaria, un dermatólogo, un psiquiatra y un psicólogo. El tratamiento suele incluir técnicas de terapia y uso de medicamentos.
Terapia psicológica
Las técnicas terapéuticas estudiadas para el tratamiento de la tricotilomanía incluyen la terapia cognitivo-conductual y el entrenamiento en reversión de hábitos.
La terapia de reversión de hábitos tiene tres componentes: conciencia, competencia por la respuesta y apoyo social. La persona es entrenada para ser consciente de los tirones del cabello y de las situaciones o emociones que provocan la acción a repetición. De este modo, podrán notar cuando están en medio del acto y si están a punto de realizar el comportamiento.
Como respuesta, se les elogia por su conocimiento correcto y se les recuerda si son incorrectos. Una vez que esto se solidifica, se les enseña una respuesta competitiva que es alguna acción que sea llevada a cabo en lugar del tirón de cabello. Deben completar esta tarea cuando tienen ganas de concretar la actividad.
El apoyo social de quienes rodean a la persona es fundamental para el entrenamiento de reversión de hábitos. Deben elogiar el uso apropiado del entrenamiento o recordar al paciente que lo use cuando no lo está haciendo.
Por otro lado, la terapia conductual, aunque eficaz, no está exenta de limitaciones. Uno de los problemas más notorios es la tasa de recaídas después del tratamiento.
Lee también: Alopecia en cejas y pestañas: ¿Qué tratamiento puedo seguir?
Tratamiento farmacológico para la tricotilomanía
Hay datos preliminares que han mostrado algún efecto positivo con olanzapina, aripiprazol y quetiapina. La olanzapina se ha asociado con el síndrome metabólico, por lo que la decisión de usarla como tratamiento debe ser moderada por su perfil de efectos secundarios adversos.
Otros estudios de Anais brasileiros de dermatologia informan tratamientos novedosos que utilizan N-acetilcisteína. Esta sustancia ha mostrado resultados positivos y resulta uno de los fármacos más influyente dentro de las nuevas perspectivas de abordaje, dados los hallazgos iniciales sobre su eficacia y seguridad.
La clomipramina, un antidepresivo tricíclico con propiedades serotoninérgicas, parece ser eficaz. De todas maneras, su perfil de efectos secundarios desfavorable lo convierte en un tratamiento de segunda línea.
Tratar la tricotilomanía es complejo y a largo plazo
Si no se trata, la tricotilomanía es una enfermedad crónica que a menudo resulta en una disfunción psicosocial considerable. Además, en casos raros, puede conducir a problemas médicos asociados que compliquen aún más la situación de las persona que la padece.
El pronóstico es mejor cuando se diagnostica temprano. Esto a veces se dificulta porque los pacientes no desean consultar y hasta ocultan el hábito de sus seres más cercanos. Puede terminar siendo tarea de los allegados determinar el grado de alerta para conducir a la consulta.