Cuando me recuperé, mi ginecólogo me dijo que no había signos de endometriosis, pero que tenía las venas congestionadas.
En mi último informe del ultrasonido transvaginal había investigado «congestión pélvica» por primera vez y mi ginecólogo ahora había visto evidencia de esto por sí mismo, pero no parecía convencido de que estas venas pudieran causar el nivel de dolor que había estado experimentando.
Aún así, me derivó a a un experto en venas: el Dr. Aidan Shaw, radiólogo intervencionista.
Él confirmó que tenía congestión pélvica en las venas ováricas izquierda y derecha, y en las ramas de otra vena de la pelvis, la vena ilíaca.
Si bien el diagnóstico de congesión pélvica sigue siendo relativamente especializado, los síntomas que puede causar son comunes.
«El dolor pélvico crónico representa hasta el 10-40% de las derivaciones al departamento de ginecología para pacientes ambulatorios, pero no se sabe qué parte se puede atribuir al síndrome de congestión pélvica», señala Andrew Horne, ginecólogo y portavoz del Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos.
«Se requiere más investigación sobre esta condición ginecológica, y actualmente hay poca conciencia sobre ella».
Aidan Shaw, mi antiguo especialista, dice que algunos médicos no están familiarizados con el síndrome de congestión pélvica y otros se muestran escépticos sobre su existencia.
«El SCP puede presentar una multitud de síntomas y signos que creo que con frecuencia los médicos y enfermeras ignoran o diagnostican erróneamente», dice.
«Se necesita un médico para pensar y creer en el diagnóstico, y lamentablemente hay algunos que no creen en la condición».
SCP y embarazo
El SCP es más común en mujeres que han tenido al menos un embarazo porque esto aumenta el flujo sanguíneo al área pélvica y las venas ováricas se pueden comprimir a medida que se expande el útero.
Cualquiera de estas cosas puede hacer que las válvulas en las venas dejen de funcionar y que la sangre fluya hacia atrás, lo que cual provoca el síndrome.
Otras causas incluyen la obstrucción de las venas o la ausencia total de válvulas en las venas.
Aunque es menos común, los hombres pueden tener una versión del SCP, diagnosticado gracias a que se ven venas visiblemente agrandadas en el escroto, conocidas como varicoceles.
Como radiólogo intervencionista, Aidan Shaw utiliza una variedad de técnicas de imágenes médicas para diagnosticar problemas y luego los trata mediante procedimientos mínimamente invasivos.
Dice que él y sus colegas están constantemente tratando de aumentar la conciencia pública sobre lo que pueden hacer.
«La única forma es la educación -para los médicos, el público, las publicaciones- y la perseverancia», dice.
La embolización que me hicieron en agosto de 2018 bloqueó mis venas congestionadas con espirales de metal para que ya no pudieran llenarse de sangre, agrandarse y causarme dolor.
Desde entonces, mis síntomas han mejorado mucho, pero todavía puedo tener dolores menstruales desagradables.
En enero de 2020, fueron peor de lo habitual, y me hicieron una resonancia magnética para ver si sufría adenomiosis, que hace que el revestimiento interno del útero atraviese su pared muscular y también puede provocar venas congestionadas.
Afortunadamente, no detectaron signos de esta condición, ni tampoco evidencia de nuevas venas congestionadas.
Durante mi consulta telefónica de seguimiento, le pregunté a mi ginecóloga si pensaba que mi dolor y los síntomas del intestino irritable a lo largo de los años podrían haberse derivado del SCP y los malos períodos, o si también podría haber otro problema.
Después de más de una década de pruebas médicas, ansiaba claridad sobre el estado de mi propio cuerpo, pero ella me dijo que no podía responder a mis preguntas con certeza.
No era lo que quería escuchar pero, más de un año desde esa conversación, y casi tres desde la embolización, estoy bien.
Me siento afortunada de que finalmente se llegara a un diagnóstico y me trataran con éxito, y siempre estaré agradecida a esos pequeños espirales de metal que han hecho una gran diferencia en mi vida.