Sobrepronación del pie: ¿qué es y cómo se trata?
La sobrepronación del pie es un mecanismo que produce inestabilidad y mayor tensión de ligamentos y tendones. Te explicamos en qué consiste y cómo tratarlo.
- ¿Qué es la epiglotitis y cómo ocurre?
- ¿Por qué puede ocurrir el dolor de muñeca?
- Encías negras u oscuras: ¿a qué se deben?
La sobrepronación del pie es algo que preocupa con mucha frecuencia a los corredores. Consiste en que el pie se gira hacia dentro al caminar o al correr. Esto hace que la pisada sea diferente a la normal, provocando que primero golpee el borde externo del talón en el suelo.
Lo más adecuado para que el peso se reparta de forma uniforme es apoyar todo el talón primero. Después se apoya la punta del pie, como si rodara. La sobrepronación puede incrementar el riesgo de sufrir lesiones. Por ejemplo, se asocia a una mayor frecuencia de esguinces de tobillo y de tendinitis.
¿Qué es la sobrepronación del pie?
Antes de comenzar a hablar sobre la sobrepronación del pie es importante entender qué es la pronación en sí. Se trata de un mecanismo fisiológico en el que el pie se rota hacia dentro al caminar o al correr. De esta forma, el pie amortigua y absorbe el impacto que se produce al pisar.
Sin embargo, a veces este mecanismo es excesivo. La sobrepronación del pie suele aparecer cuando los músculos están débiles o fatigados durante la carrera. Esto hace que el pie se gire demasiado hacia dentro. Los tendones y los ligamentos comienzan a estar a una mayor tensión de la habitual.
La sobrepronación del pie es sinónimo de hiperpronación. Se considera que aparece cuando el pie supera los 12 grados de pronación. En algunos casos puede estar influenciada por un mal calzado o por caminar con zapatos de tacón durante mucho tiempo.
Síntomas que aparecen
La sobrepronación del pie, como hemos explicado, provoca que durante las pisadas el peso se sustente sobre la parte interna. Esto puede desencadenar numerosos síntomas. Uno de los más frecuentes es que los pies estén planos.
Del mismo modo, pueden aparecer callos en la parte interna o dedos en martillo. Estos últimos son una deformidad que consiste en que alguno de los dedos adopta una posición similar a una garra.
Las personas que tienden a realizar sobrepronación suelen tener dolor en el arco del pie. Este dolor también afecta a las articulaciones, como la rodilla o la cadera. Al no amortiguar de forma adecuada el impacto es absorbido por las zonas superiores de los miembros inferiores.
Incluso se puede afectar la espalda. Los ligamentos y los tendones también sufren. Por eso se relaciona con patologías como la tendinitis del tendón de Aquiles y la fascitis plantar. Del mismo modo, la sobrepronación del pie se relaciona con un mayor riesgo de que aparezca un espolón calcáneo.
Un estudio realizado en la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de Sevilla explica que este mecanismo puede asociarse al síndrome piramidal del corredor. Es un problema que causa dolor y adormecimiento en los glúteos y la parte trasera de la pierna. Se produce porque el nervio ciático queda comprimido por el músculo piramidal.
Podría interesarte: Dile adiós al dolor de tus pies por el calzado aplicando estos sencillos trucos
¿Cómo se diagnostica la sobrepronación del pie?
Hay diferentes formas de diagnosticar la sobrepronación del pie. Lo cierto es que se puede realizar un autodiagnóstico. Cuando se da este movimiento de forma continua los propios zapatos se desgastan más por una parte que por otra.
En este caso, el desgaste aparece en el interior de la suela, más cercano a la punta del pie. Del mismo modo, como hemos señalado en el apartado anterior, los pies suelen ser más planos. Por eso se puede apreciar con un simple vistazo.
Es fundamental prestar atención a la sintomatología. La inestabilidad es muy característica, al igual que el dolor en el arco plantar. Cuando ya ha avanzado la situación, la deformidad de los dedos también es notoria, sobre todo en los dedos gordos y el segundo.
Diagnóstico por un especialista
Muchas personas solo experimentan el dolor y no las deformidades. Por eso puede ser necesario que alguien observe la forma de caminar o de correr. De esta forma se pondrá en evidencia el movimiento de pronación excesivo.
En la actualidad existen métodos muy precisos que permiten conocer la forma del pie y cómo se adapta al suelo. Son los llamados estudios biomecánicos. Se puede estudiar la huella plantar mediante plataformas de presiones, que son una especie de alfombra que consta de numerosos sensores.
Tratamientos para la sobrepronación del pie
Como hemos explicado, la sobrepronación del pie puede aumentar el riesgo de sufrir problemas articulares y otras lesiones. Además, tiende a producir dolor al caminar o correr. Te explicamos cuáles son los tratamientos más utilizados.
Calzado adecuado
El calzado es fundamental para que caminemos y nos movamos de una forma correcta. Lo ideal es que los zapatos se adapten a la forma del pie y de las pisadas. En el caso de las personas que tienden a la sobrepronación, esto cobra aún más importancia.
Se recomienda que el calzado tenga un buen soporte y que esté almohadillado. Como las zonas de más presión son las internas, el talón y los dos primeros dedos, debe añadirse una mayor protección allí.
Las ortesis plantares son el abordaje más empleado, mediante plantillas. Tal y como explica un artículo publicado en la Revista Española de Reumatología, las plantillas pueden ser de diferentes tipos y lo que se busca es corregir la posición o contener el impacto.
Para elaborar una ortesis plantar de forma adecuada,primero se realiza un estudio exhaustivo de los pies y de la forma de caminar. Después se fabrica un molde acorde, introduciendo el factor corrector que se necesite.
Ejercicios para la sobrepronación del pie
Hay diferentes ejercicios que pueden mejorar la tensión en los tendones y en los músculos. Lo ideal sería acudir a un fisioterapeuta para que realice recomendaciones personalizadas.
Un estudio realizado en la Universidad de Coruña sugiere que los ejercicios centrados en los rotadores externos y abductores de cadera pueden mejorar la situación. Una forma sencilla de concretarlos es separar los pies a la altura de las caderas, estando de pie, intentando apoyar el peso en los bordes externos del pie.
Hay que mantener esta postura durante unos segundos y repetir varias veces. Se aconseja realizar este ejercicio con frecuencia y tratar de mantener esa posición al caminar.
Otro ejercicio consiste en estirar los músculos de la pierna. La forma más sencilla de hacerlo es sentarse sobre el suelo con las piernas estiradas. Hay que intentar tocar la punta de los dedos. Si no se llega, se puede utilizar una banda elástica para bajar poco a poco.
Quizá te interese: Calzado diseñado para reducir el dolor por artrosis en la rodilla
La sobrepronación del pie no se considera una patología
Lo cierto es que la sobrepronación del pie no es realmente una condición clínica. Es una alteración del mecanismo fisiológico de pronación. Sin embargo, como hemos visto, puede dar lugar a dolor y a otros cuadros, como la fascitis plantar.
Por eso, aunque no sea una situación grave, es fundamental consultar con un especialista. Cuanto antes se adapte el calzado o se pongan en marcha ejercicios específicos, más probabilidad hay de evitar problemas secundarios a la hiperpronación.