Terminología para tener en cuenta en una pandemia
La crisis del coronavirus arroja cada día cifras y términos que muchos de nosotros no tenemos del todo claros. En este espacio vamos a aclarar los más importantes y ponemos en perspectiva la situación actual.
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Los medios de comunicación en todo el mundo han fijado su atención en un único tema: la pandemia del coronavirus. La información en la televisión y radio es continua, y todos nos levantamos cada mañana con curiosidad y preocupación por saber sobre el desarrollo de la enfermedad en nuestro país.
El número de muertos e infectados, tanto diario como acumulativo, es un valor esencial a la hora de entender el desarrollo de una enfermedad. Aún así, estos números son datos superficiales que requieren del entendimiento de otros parámetros para ser interpretados.
Por lo anterior, en esta oportunidad queremos aprovechar este espacio para explicar de manera sencilla diversos términos epidemiológicos que son claves para poner en perspectiva la situación actual. ¡Descúbrelos!
Brote, epidemia y pandemia
En los últimos días, nos hemos tenido que familiarizar con términos como brote, epidemia y pandemia. Justamente, esta última terminología es la que más llama la atención, ya que es la que se está utilizando para hablar de la problemática global por el COVID-19. ¿Cuál es su significado?
Brote
Un brote epidemiológico se refiere a la aparición repentina de una enfermedad infecciosa en un lugar específico y en un momento determinado. Son brotes, por ejemplo, intoxicaciones alimentarias localizadas en áreas geográficas concretas que terminan por identificarse y finalizar.
Epidemia
Cuando un brote se descontrola y se propaga activamente da lugar a una epidemia. El coronavirus (COVID-19) se catalogó como epidemia durante los primeros meses de su expansión; su propagación era descontrolada, pero solo dentro de China y con focos identificados en otros países.
Pandemia
El día 12 de marzo, el coronavirus pasó a identificarse como una pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para ello, la enfermedad tuvo que cumplir dos requisitos; primero, que estuviese afectando a más de un continente, y también que hubiesen casos comunitarios no importados.
Cuando un residente se infecta sin haber estado en contacto con un caso importado, es el momento de sospechar que la enfermedad está circulando libremente por el país. Aquí se instaura el estado de pandemia.
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Letalidad y mortalidad: un juego de números
Una vez determinados estos términos básicos, pasemos a poner en perspectiva las cifras oficiales de afectados. Hay una frase que nos puede resultar familiar y que no es del todo correcta: «la tasa de mortalidad del coronavirus se sitúa en …». Veamos las aclaraciones.
Tasa de mortalidad general
La tasa de mortalidad general es la proporción de personas que fallecen respecto al total de la población en un período de tiempo. La tasa de mortalidad en España en el 2018 fue un 9,1 ‰ . Es decir, de cada 1000 habitantes, 9,1 murieron en ese año. No existe una diferenciación por causas, simplemente representa la proporción de muertes en un área geográfica.
Tasa de letalidad
El término correcto a la hora de hablar del número de muertos por coronavirus es la tasa de letalidad. Esta hace referencia a la proporción de personas que mueren por una enfermedad entre los afectados por la misma, en un periodo y área determinados. Esto es: número de fallecidos dividido entre recuperados y fallecidos.
Esta tasa nos tiene a todos en vilo. Parece ser que, según el país, varía enormemente; mientras que en China fue del 3 %, en España puede llegar casi hasta un 9 %. Sin duda, son datos que generan preocupación, ¿por qué nuestra mala suerte en la pandemia?
La tasa de letalidad es un parámetro difícil de interpretar
- En China se identificó que hasta un tercio de los infectados eran asintomáticos. En muchos otros países, como España, la persona ha de presentar un cuadro clínico específico para que se le realice la prueba. Si se encuentra lo suficientemente mal como para acudir al hospital, es que la enfermedad ya le ha causado un impacto. Seguramente, si el país tuviera en cuenta el número de pacientes con síntomas leves, que están pasando o han pasado la enfermedad sin acudir al hospital, este porcentaje de letalidad se reduciría.
- La tasa de letalidad depende mucho de la media de edad en el país. Sabemos que el coronavirus afecta de forma más agresiva a los mayores, así que cuanto más envejecida sea la población, mayor será esa tasa. Eso no significa que el virus sea más letal en un sitio que en otro, si no que hay mayor porcentaje de personas vulnerables. Lo correcto es identificar la letalidad por grupos de edades, eliminando así este sesgo.
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La incidencia
La incidencia acumulada (IA) se define como la proporción de individuos sanos que desarrollan la enfermedad a lo largo de un periodo determinado. En este momento, la incidencia en España es de 96,56. Es decir, se han contagiado casi 97 personas por cada 100 000 habitantes.
Nuevamente, estos valores se verían aumentados si se tuvieran en cuenta todos los casos de sintomatología leve no registrados. La incidencia es un parámetro muy importante a la hora de entender una pandemia. Los números asustan: estamos hablando de miles de contagiados y muertos, pero no hay que perder de vista que hay 46 millones y medio de personas en el país.
Conocimiento y tranquilidad
Estos valores no significan en absoluto que no haya que tomarse en serio las restricciones impuestas. Estamos ante una situación de gravedad excepcional; por eso, sin la ayuda de todos, los valores podrían dispararse en las próximas semanas.
Lo que se ha tratado de resaltar en este espacio es la necesidad de perspectiva. Los números son altos y ciertamente preocupantes, pero es necesario tener un entendimiento teórico de lo que está sucediendo para no sucumbir a la hipocondría y el terror.