ATENCIÓN: Placas en la garganta: síntomas y tratamiento
Las placas en la garganta no deben ser motivo de preocupación, siempre que no haya fiebre. Si la hay, probablemente se trata de un caso originado por la presencia de una infección, y es necesario acudir a consulta médica para iniciar un tratamiento con antibióticos.
Las placas en la garganta son unas manchas blancas que se presentan en varias zonas del tracto bucal. Por lo general, dichas placas son el resultado de la acción de bacterias, hongos, virus o la acumulación de residuos. El entorno mucoso facilita su diseminación.
A veces, las placas en la garganta se esparcen hacia las amígdalas, la laringe, la faringe, el paladar, la lengua, etcétera. Resulta habitual que sean el síntoma de una infección de estreptococos y que causen diversas molestias como dolor y fiebre, entre otros.
Este problema es común, sobre todo entre los niños. Esto se debe a que los pequeños fácilmente se llevan a la boca los juguetes u otros objetos, que muchas veces no están limpios. Solo en raras ocasiones las placas en la garganta pueden originar dificultades más serias.
Las placas en la garganta
Las placas en la garganta son secreciones de la sustancia que conocemos como “pus”, la cual tiene aspecto espeso y viscoso. Por lo general, tienen una apariencia de color blanquecino, amarillento o verdoso. Tienen una forma de grano de arroz o de granos a punto de supurar, como una espinilla.
Según su origen, las placas en la garganta se clasifican en dos grupos:
- Virales. Corresponden al 70 % de los casos y son originadas por virus. Provocan síntomas leves y suelen sanar al cabo de algunos días, de manera espontánea. Son las más comunes en los niños lactantes.
- Bacterianas. En este caso son originadas por bacterias u otros microorganismos alojados en el tracto bucal. Se diagnostican mediante un cultivo y deben ser tratadas con antibióticos.
Lo habitual es que las placas virales desaparezcan en un lapso de entre tres y cinco días. A su vez, las placas de origen bacteriano pueden tardar 10 días o más en desaparecer. En algunos casos la situación se cronifica y demanda tratamientos especializados de más de tres meses.
Causas
No se deben confundir las placas en la garganta con los puntos blancos que a veces aparecen en la cavidad bucal y que se deben principalmente a la falta de higiene. Las placas son causadas por un proceso infeccioso, que puede ser viral o bacteriano, como ya se indicó.
Las amígdalas son el primer frente de defensa contra los microorganismos que entran al cuerpo a través de la boca. Por eso, no es raro que se incuben infecciones en esa zona. A veces, las placas en la garganta aparecen por la acción directa de virus, bacterias u hongos. Otras veces son una manifestación de enfermedades asociadas.
Las enfermedades que con mayor frecuencia dan origen a las placas son el resfriado común o gripe, la mononucleosis, la candidiasis oral o la leucoplasia. También pueden estar relacionadas con infecciones respiratorias, virus de sarampión o de paroditis.
Síntomas de placas en la garganta
Las placas en la garganta pueden originar diversos síntomas, que varían de un caso a otro. En otras palabras, a veces se presentan todos los síntomas y a veces solo algunos. Los más habituales son:
- Dolor y dificultad al tragar. Comienza como un picor y se va incrementando paulatinamente. Llega a un punto en que es difícil pasar la saliva. El dolor puede llegar a ser verdaderamente fuerte y obliga a una consulta inmediata.
- Manchas blancas en la garganta. Es la expresión más habitual de las placas en la garganta y la que con mayor certeza permite reconocerlas.
- Dolor en los oídos. En las placas de origen viral es muy habitual que también haya dolor de oídos y dolor en la mandíbula.
- Fiebre. No aparece en todas las ocasiones, pero si lo hace suele ser constante y bastante elevada. Exige una atención inmediata.
- Inflamación de ganglios. Puede que se inflamen los ganglios linfáticos de la zona y que generen dolor si se presionan, incluso suavemente. Se palpan detrás de las orejas y debajo de la mandíbula y el mentón.
- Amígdalas inflamadas. Es muy frecuente que las amígdalas se vean de un color rojo más intenso y que se inflamen. La mayoría de las veces presentan las típicas manchas blanquecinas.
- Otros síntomas. También puede haber mal aliento, puntos rojos en la lengua, sudoración excesiva y tos.
Tratamiento
Las placas en la garganta que se originan en un resfriado o gripe común no suelen requerir de tratamiento médico. Es suficiente con aplicar algunas medidas básicas, como abrigar la garganta, guardar reposo y hacer gárgaras con enjuague antiséptico.
Si hay una enfermedad concomitante, el tratamiento de base se orientará a la misma y solo secundariamente a las placas. Si el origen es bacteriano, requiere de consulta con el médico general. Este indicará cuál es el antibiótico adecuado para cada caso.
Por ningún motivo se deben tocar las placas o tratar de retirarlas. Esto solo lleva a que se diseminen hacia otras zonas. Remedios caseros, como gárgaras de agua tibia con sal, suelen dar buenos resultados. Siempre que el cuadro incluya fiebre, se debe consultar al médico.