Cómo curar un padrastro infectado
Si notas un trozo de piel desgarrado cerca de la cutícula o al costado de la uña, que además te causa dolor, hinchazón o una ampolla llena de pus, es posible que tengas un padrastro infectado. Aunque padecerlos es molesto y afecta la estética de tus manos, no suele ser grave si le das un tratamiento adecuado.
Desde una correcta desinfección y corte hasta el uso de antimicrobianos y productos hidratantes, te contamos— de manera detallada— seis pasos que debes seguir para curarlos. Adicional a esto, te damos algunas recomendaciones de qué debes evitar para no empeorarlos y qué puedes hacer para prevenirlos.
1. Remoja en agua tibia
Introducir las manos en agua tibia durante 10 o 15 minutos es una de las primeras medidas si quieres curar un padrastro infectado. Este sencillo tratamiento suaviza la piel afectada, promueve una mejor circulación en el área y disminuye el dolor y la inflamación.
Una buena idea es agregar un poco de jabón neutro, sal o antiséptico en el agua de remojo. Esto permite eliminar suciedad y bacterias que, a menudo, tienden a empeorar la infección. De todos modos, ten presente que ello no será suficiente para aliviarlo por completo. Una vez pase el tiempo aconsejado, seca con cuidado y sigue con los demás pasos del tratamiento.
2. Recorta el exceso de piel con cuidado
Con la piel blanda tras el remojo, lo siguiente será recortar el padrastro con la ayuda de un cortacutículas o un cortaúñas esterilizado. Esto te sirve para evitar que se enganche en prendas u objetos que pueden desgarrarlo aún más.
Para hacerlo de forma segura, sumerge la herramienta de tu elección en un recipiente con alcohol isopropílico o agua oxigenada durante 30 minutos. Luego, asegúrate de hacer el corte lo más cerca posible del lecho ungueal, es decir, la parte en que la uña se une con la piel.
Al cortar, hazlo con sumo cuidado y evita presionar la herramienta contra la zona lesionada para no generar más irritación o sangrado. Si sientes ardor o hinchazón al terminar, aplícate una compresa de agua tibia para minimizar el malestar.
Ten en cuenta que si hay pus presente, es mejor no proceder con el corte, ya que en estas circunstancias puede empeorar la situación. En lugar de esto, aplícate algún antiséptico y espera a que mejore. Si la infección persiste, consulta al médico o al dermatólogo para conocer otras opciones de tratamiento.
3. Utiliza una crema antibiótica
En las farmacias puedes adquirir varias cremas antibióticas de venta libre que son beneficiosas a la hora de curar un padrastro infectado. Por ejemplo, el neosporin —que combina antibióticos como la bacitracina, neomicina y polimixina B— inhibe el crecimiento de bacterias y facilita el alivio de la infección.
La bacitracina tópica es efectiva contra una amplia gama de bacterias, y es recomendable para que este tipo de lesiones menores no se infecten y desinflamen. Tras aplicar estas cremas, puedes cubrir el dedo con un vendaje para evitar que tenga contacto con suciedad y bacterias mientras se cura.
4. Aplica aceite de vitamina E
El aceite de vitamina E es uno de los remedios caseros que puedes utilizar cuando tienes un padrastro infectado. Aunque no cura como tal la infección, su aplicación disminuye la inflamación, promueve la reparación de la piel y ayuda a evitar la formación de nuevos padrastros.
Ten en cuenta que no sustituye el uso de crema antibiótica, sino que lo complementa. Aplica un par de gotas en la zona afectada, dos o tres veces al día, hasta obtener alivio.
5. Utiliza productos hidratantes
La sequedad de la piel y las cutículas es uno de los principales motivos por los que aparecen los padrastros. De ahí la importancia de priorizar el uso de productos hidratantes como parte de los cuidados diarios. Ya sea que utilices vaselina, crema para las cutículas o lociones humectantes, asegúrate de proporcionarle hidratación diaria a esta parte de las manos.
Una hidratación adecuada fortalece la barrera cutánea y reduce el riesgo de lesiones que pueden dar lugar a la formación de padrastros e infecciones.
6. Busca ayuda profesional si es necesario
Casi siempre, las medidas de autocuidado antes mencionadas son suficientes para curar un padrastro infectado. Si no ocurre así, y si experimentas complicaciones como pus, ampollas o hinchazón grave, es preferible consultar al dermatólogo o a un médico.
Tras evaluar los síntomas, el profesional determinará si hace falta administrar medicamentos antibióticos, o bien, si debe drenar con la ayuda de algún instrumento estéril.
¿Qué debes evitar si tienes un padrastro infectado?
Hay ciertas acciones que debes evitar cuando tienes un padrastro infectado; esto con el fin de no agravar la infección o generar molestias adicionales. En este sentido, considera lo siguiente:
- Evita morder o tirar del padrastro: por tentador que parezca, manipular de esta manera estas lesiones empeora la irritación y aumenta el contacto con microorganismos infecciosos.
- No cortes zonas inflamadas o con pus: retira los excesos de piel solo en casos leves. Síntomas como el pus o la hinchazón requieren intervención médica.
- Evita aplicar remedios caseros: ajo machacado, vinagre de manzana, aceite de oliva, cebolla, por mencionar algunos. Estos ingredientes pueden no ser la mejor opción, pues son irritantes o generan un ambiente húmedo que favorece el crecimiento de bacterias.
- No apliques productos irritantes: como el agua oxigenada o los que contienen alcohol. Estos pueden dañar las células de la piel y retrasar la curación.
- Evita la humedad excesiva: asegúrate de mantener la piel seca, pero hidratada. Demasiada humedad puede agravar la infección.
¿Cómo prevenir la aparición de padrastros?
La prevención de un padrastro infectado empieza por entender sus causas, que abarcan desde la deshidratación de la piel, pasando por el contacto con sustancias químicas agresivas, acciones como morderse las uñas o las cutículas, hasta lesiones alrededor de las uñas. Para evitar su formación, pon en práctica los siguientes consejos:
- Hidrata tus manos y cutículas todos los días: sea con crema, gel, loción, vaselina o aceites. Esto evita que la piel se reseque y agriete. Por el contrario, la mantiene suave y flexible.
- Utiliza guantes para proteger tus manos: tanto si vas a manipular productos de limpieza u otros químicos irritantes como al hacer tareas de jardinería o exponerte al clima frío.
- No te muerdas las uñas: este hábito daña la piel alrededor de las uñas y genera desgarros susceptibles a las infecciones.
- Evita cortar las cutículas de manera excesiva: al dañar la piel delicada alrededor de las uñas, esta queda más expuesta a sufrir irritaciones e infección. Por ello, debes actuar con cuidado. Solo empújalas hacia atrás con un palito de naranja o empujador y retira con cuidado el exceso de piel con el cortacutículas.
Si tienes un padrastro infectado, actúa con prontitud
Tan pronto como notes ese pequeño desgarro en la piel alrededor de tus uñas, sigue los pasos que te hemos dado para acelerar su alivio. Actuar de manera oportuna te ayuda a evitar que la infección se propague a zonas cercanas o que desarrolle complicaciones como la formación de abscesos.
En general, este problema no es grave ni debe ser motivo de preocupación excesiva. Pero si no consigues mejorarlo con autocuidado, solicita atención médica o dermatológica para evaluar sus causas y, en función de estas, buscar otras opciones de tratamiento.