Francia prohíbe los cigarrillos en playas, parques y alrededores de los colegios
Francia comienza aplicar a partir de hoy primero (01) de julio una nueva normativa que busca restringir aún más el consumo de tabaco en espacios públicos frecuentados por menores.
Fumar en playas, parques, jardines públicos, marquesinas de autobuses, centros deportivos y áreas cercanas a escuelas quedará prohibido en todo el territorio nacional.
La medida, que forma parte del Programa Nacional de Lucha Antitabáquica 2023-2027, fue confirmada por la ministra de Trabajo, Sanidad, Solidaridad y Familia, Catherine Vautrin.
Durante una entrevista con el diario Ouest-France, la ministra expresó con firmeza que “allí donde haya niños, el tabaco debe desaparecer”.
Esta nueva disposición busca proteger el derecho de los menores a respirar aire limpio, estableciendo que quien infrinja la norma podría recibir una multa de 135 euros.
Aunque la normativa abarca varios entornos, no se aplicará a las terrazas de los cafés ni al uso de cigarrillos electrónicos.
Esta prohibición representa un paso importante dentro de los objetivos del gobierno francés de alcanzar una “generación sin humo” para 2032.
En ese sentido, las autoridades han destacado que estas acciones no solo reducen la exposición al humo de segunda mano —que también representa un riesgo mortal—, sino que también ayudan a desnormalizar el consumo de tabaco en la sociedad.
Así lo explicó Yves Martinet, presidente del Comité Nacional Antitabaco, quien destacó que estas estrategias fomentan que muchos fumadores se planteen dejar el hábito.
Frente a las dudas planteadas por algunas organizaciones sobre la efectividad real de las políticas antitabaco, lo cierto es que ya se han registrado avances significativos en varias regiones.
Más de 1,600 municipios se han sumado voluntariamente a estas iniciativas y han ampliado las zonas libres de humo, incluyendo espacios como estaciones de esquí, patios escolares y zonas costeras.
Estas restricciones, junto con las impuestas previamente en lugares de trabajo, transporte público y parques infantiles, son cada vez más aceptadas y respetadas por la población.
De hecho, una encuesta respaldada por la Liga contra el Cáncer reveló que el 62% de los ciudadanos franceses apoya una expansión aún mayor de la prohibición de fumar en lugares públicos.
Sin embargo, la ministra Vautrin descartó por ahora una nueva alza en los impuestos al tabaco, argumentando que un aumento podría incentivar el contrabando y perjudicar a los estancos, negocios clave en muchas comunidades locales.
Como parte de los próximos pasos en su estrategia de salud pública, el Gobierno también planea reducir el nivel de nicotina permitido en los productos de tabaco y limitar la variedad de aromas disponibles.
Estas medidas entrarían en vigor a mediados de 2026, una vez se definan con el respaldo técnico y científico necesario.
Francia enfrenta un desafío importante: el tabaquismo provoca 75,000 muertes al año y representa un coste social superior a los 156,000 millones de euros.