La obesidad infantil en China se ha convertido en un problema de salud pública
Informes de expertos advierten sobre la subida alarmante del sobrepeso y la obesidad entre la población china. El problema no solo afecta a los adultos, sino también a los niños, lo que implica un mayor riesgo para la salud de la sociedad en general
Sin cifras actualizadas a la etapa postcovid, con todos los efectos perjudiciales que las cuarentenas han podido tener en los hábitos de actividad física de los más jóvenes, el porcentaje de infantes en edad escolar con sobrepeso u obesidad se estimaba en el 29.4% en 2022.
La obesidad infantil está asociada a hábitos alimenticios más perjudiciales, donde la comida rápida y los alimentos ultraprocesados están sustituyendo a una dieta tradicionalmente muy equilibrada como es la china.
Además, la sobrecarga de estudios de los más jóvenes, sobre todo en la etapa de la adolescencia, no solo incrementa el estrés sino también el sedentarismo.
La política del hijo único de China también ha incentivado que las familias eduquen desde el premio a sus descendientes, consintiendo que el consumo de bebidas carbonatadas, aperitivos y dulces formen parte de la dieta diaria de los pequeños.
En China cada vez hay más restaurantes de comida rápida, tiendas de bebidas azucaradas y pastelerías que, con precios muy populares y mucho marketing, atraen a niños y adultos.
Las autoridades médicas advierten que esta tasa alta de obesidad y sobrepeso entre los más pequeños, se acompaña de un mayor riesgo de padecer otras enfermedades como hipertensión, diabetes tipo 2 o apnea del sueño.
La obesidad no es solo un problema de salud, sino también económico, ya que se prevé que el coste de los tratamientos relacionados con estas enfermedades supongan el 22% del coste médico total del país para el 2030.