¿Cada vez que entras al baño llevas el móvil contigo? Ojo, esta práctica —que se ha vuelto casi un ritual moderno— puede traer consecuencias para la salud, como estreñimiento y hemorroides. Además, el móvil se convierte en un imán de gérmenes que causan enfermedades gastrointestinales. Si piensas que usar este dispositivo en el baño te ahorra tiempo en otras tareas, deberías replantear este hábito y considerar no llevarlo contigo para evitar los siguientes problemas.
Trastornos digestivos y de evacuación
Si usas tu móvil mientras estás en el inodoro, es posible que permanezcas más tiempo sentado. Esto aumenta la presión en el área rectal y favorece la aparición o el empeoramiento de hemorroides. Además, se puede alterar el reflejo de la defecación, retrasando o dificultando la evacuación, lo que podría desencadenar estreñimiento.
Distraerte por mucho tiempo con el dispositivo también puede alterar los hábitos intestinales, así como la concentración y la relajación que necesita el cuerpo para evacuar. En personas con síndrome de intestino irritable, esta costumbre puede empeorar los episodios de diarrea y estreñimiento.
Riesgos de contaminación cruzada e infecciones gastrointestinales
Aunque limpies tu baño, este lugar suele contener bacterias, como Escherichia coli, Salmonella y Clostridium difficile, causantes de enfermedades digestivas. Cuando el móvil ingresa al baño, puede contaminarse y ser un reservorio de bacterias. Luego, al tocar la pantalla contaminada y manipular alimentos o llevar las manos a la cara, incrementa el riesgo de transmisión de diarreas infecciosas y otros problemas gastrointestinales.
Además, como los teléfonos no suelen limpiarse con frecuencia, se acumulan los microorganismos y se forma un biofilm: una capa pegajosa de bacterias que producen un gel protector que las hacen más resistentes. Todo esto favorece la contaminación cruzada, es decir, los gérmenes que están en el baño pasan al móvil y luego pueden trasladarse de forma fácil a otros lugares: mesa, cocina, cama, manos, etc. Toma en cuenta que estos riesgos son mayores en niños, ancianos y pacientes con un sistema de defensa debilitado.
Entonces, la próxima vez que desees usar el celular en el baño, pregúntate si realmente es indispensable. La recomendación es entrar sin dispositivos y, si lo haces, desinféctalos con regularidad para evitar la acumulación de gérmenes. Por último, no olvides lavar tus manos después de usar el inodoro.