¿Por qué tengo palpitaciones cuando me acuesto?
Las palpitaciones se definen como la percepción de los latidos del corazón. Son frecuentes y, aunque sean motivo de preocupación, no suelen ser perjudiciales. Los latidos se perciben como golpes o aleteo. De hecho, suelen ser acelerados o muy fuertes. La mayoría de las personas sienten las palpitaciones como algo desagradable.
Normalmente, las palpitaciones se deben al ejercicio, estrés o ciertos medicamentos. Por otro lado, también pueden ser síntoma de alguna patología. Incluso, se acompañan de otras molestias torácicas o dificultad para respirar. En este artículo te explicamos en qué consisten las palpitaciones, y en especial, por qué ocurren cuando te acuestas.
¿Cuáles son las causas de las palpitaciones?
Como hemos mencionado, la mayoría de las veces las palpitaciones no suponen ningún problema. Por ello, es difícil encontrar su causa. Sin embargo, algunas de las situaciones más frecuentes en las que se producen son:
- Momentos de estrés o ansiedad. Aunque se trate de un estrés subconsciente y prolongado, las palpitaciones pueden aparecer como síntoma.
- El ejercicio suele acelerar el ritmo cardíaco y provocar palpitaciones. Suelen desaparecer con el reposo.
- La fiebre.
- Sustancias como la cafeína, la nicotina o drogas excitantes. La cocaína y las anfetaminas destacan por producir palpitaciones.
- Ciertos cambios como el embarazo o la menstruación.
- Alteraciones del tiroides, especialmente el hipertiroidismo.
Las alteraciones cardíacas como las arritmias suelen presentarse como palpitaciones. Por ello, aunque no suelan ser graves, es importante investigar su causa si persisten o provocan otras molestias.
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Palpitaciones nocturnas
En ocasiones, las personas solo perciben las palpitaciones a la hora de irse a dormir. En estos casos, suelen notarse en el cuello o en la garganta. Con frecuencia, esto se debe a una alteración de la presión arterial. Y es que, cuando dormimos, nuestra presión arterial suele estar más baja.
De hecho, tiende a subir durante el día, alcanzando su punto más alto en la tarde. Sin embargo, a veces puede bajar excesivamente durante la noche. El corazón late más rápido para conseguir mantener el riego en todos los órganos. Por ello, se notan las palpitaciones. Inclusive, puede producirse dolor y dificultad para respirar.
Por otro lado, no podemos olvidar que el estrés es una de las causas principales de palpitaciones. No es de extrañar que, a la hora de dormir, se nos presenten pensamientos estresantes. La ansiedad y el estrés acumulado suelen perturbar el sueño y el descanso.
Otra causa de palpitaciones nocturnas puede ser la apnea del sueño. Es un trastorno donde la respiración se interrumpe o se hace muy superficial. Estas interrupciones pueden durar desde unos pocos segundos a minutos, y se repiten a lo largo de la noche. La persona que sufre de apnea del sueño no consigue descansar debidamente.
Del mismo modo, es importante destacar que la postura a la hora de dormir es determinante. Al dormir de lado, la presión hace sentir con más intensidad el latido del corazón.
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Complicaciones asociadas
El riesgo de sufrir alguna complicación es bajo. Sin embargo, cuando se deben a una patología cardíaca, el riesgo sí es alto. Puede producirse un desmayo, ya que la presión arterial baja cuando el latir el corazón es demasiado rápido.
Incluso, puede darse un accidente cerebrovascular. Por ejemplo, cuando se trata de una fibrilación auricular, la sangre forma coágulos. Si estos se desprenden pueden obstruir la circulación cerebral.
Las palpitaciones pueden ser síntoma de una arritmia cardiaca. Estas hacen que el corazón lata de manera ineficaz y pueden desembocar en un paro cardíaco.
En conclusión
Las palpitaciones son muy frecuentes y normalmente no suponen ninguna patología. Suelen ser una simple situación fisiológica en la que se perciben con más intensidad los latidos del corazón. Sin embargo, cuando son más persistentes o se acompañan de otros síntomas, deben estudiarse.
Del mismo modo, cuando ocurren por la noche, pueden apuntar a una alteración de la presión arterial o hacia una apnea del sueño. Ante cualquier duda lo recomendable es acudir al médico.