Salud mental en 2026: los 10 propósitos emocionales que recomiendan los expertos

Con la llegada de un nuevo año, muchas personas se plantean objetivos como bajar de peso, hacer ejercicio o alcanzar metas laborales. Sin embargo, los expertos coinciden en que existen propósitos igual de importantes que no deben quedar en segundo plano: los emocionales.

Trabajar la autoestima, la empatía, la asertividad y el manejo del estrés y la ansiedad es fundamental para lograr un verdadero bienestar integral. Así lo afirma la psicóloga sanitaria Diana Sánchez, quien asegura que “ponernos retos relacionados con nuestro bienestar y calma mental debería ser un objetivo prioritario”.

En entrevista con EFE Salud, la especialista enfatiza que la salud mental no es algo que “venga dado”, sino que depende del autocuidado diario. “Si establecemos metas emocionales de forma consciente, lograremos los demás objetivos de una manera más saludable y podremos disfrutarlos con mayor coherencia y plenitud”, explica.

La importancia de parar y escucharse
Para alcanzar estas metas, Sánchez recomienda incorporar pequeños hábitos diarios de conciencia plena. “Así como pensamos todos los días en ducharnos o hacer ejercicio, el tiempo para estar con nosotros mismos debería convertirse en un hábito”, señala.

Entre sus recomendaciones figuran la práctica diaria de mindfulness, dedicar al menos 10 minutos al despertar para agradecer y respirar en calma, y otros 10 minutos antes de dormir para repasar el día sin juicios ni críticas, valorando los logros y aceptando las limitaciones con flexibilidad.

La psicóloga también aconseja contar con un espacio personal de calma, ya sea en casa o al aire libre, y aclara que descansar no es lo mismo que distraerse con pantallas. “Ver series o no hacer nada no siempre equivale a relajarse”, advierte.

Otra herramienta útil es escribir los objetivos emocionales y colocarlos en un lugar visible, acompañados de una frase motivadora que recuerde el motivo de ese propósito.

Diez propósitos emocionales para 2026
Según Diana Sánchez, estos son algunos de los retos emocionales que pueden marcar la diferencia en el nuevo año:

Autoconocimiento: comprender quiénes somos, cómo funcionamos y qué sentimos para alcanzar un mayor equilibrio emocional.
Empatía: aprender a ponerse en el lugar del otro para mejorar las relaciones y reducir conflictos.
Asertividad: expresar necesidades y emociones de forma clara y respetuosa, sin culpa ni agresividad.
Resiliencia: desarrollar la capacidad de adaptarse a los cambios y aprender de las dificultades.
Autoestima: cuidarse, identificar el diálogo interno negativo y sustituirlo por mensajes realistas y positivos.
Control del estrés y la ansiedad: combinar técnicas de relajación con hábitos saludables de sueño, alimentación y ejercicio.
Identificar miedos conscientes e inconscientes: reconocerlos para poder afrontarlos de manera gradual o con ayuda profesional.
Poner límites y saber decir “no”: proteger el tiempo y las necesidades personales sin sentirse culpable.
Gestionar emociones incómodas: aceptar todas las emociones como señales útiles, sin reprimirlas ni ignorarlas.
Respiración consciente y mindfulness: prácticas que ayudan a regular el sistema nervioso y reducir la ansiedad.
Finalmente, la psicóloga subraya que estos propósitos emocionales son beneficiosos para todas las personas.

“El bienestar emocional puede romperse en cualquier momento por las exigencias de la vida diaria. Por eso es importante cuidarlo de forma constante y consciente”, concluye.