Alertan falta de desconexión digital afecta la salud
Estrés, ansiedad, problemas de sueño y ausentismo laboral son algunos de los problemas relacionados con la falta de desconexión digital, un derecho laboral reconocido, pero que no termina de regularse. Los estudios sobre condiciones de trabajo más recientes recogen que un 64% de las personas trabajadoras realizan trabajo en sus horas libres y un 68% confirma que recibe emails o llamadas fuera de su horario laboral.
El estudio Salud Mental, Desconexión Digital y Teletrabajo, elaborado por los profesores de Derecho del Trabajo de la Universitat de València los licenciados; Ana Belén Muñoz Ruiz, Ángela Martín Pozuelo y Adrián Todolí para el sindicato UGT, advierte de los riesgos de no regular correctamente la desconexión, un derecho vinculado con el derecho a la intimidad, a la conciliación y a la salud.
El profesor Todolí, coordinador del trabajo, explica: “vamos hacia una sociedad donde las nuevas tecnologías imponen atención permanente a través de la digitalización y el teletrabajo, lo que genera la necesidad de regular para evitar jornadas interminables”.
El estudio considera la desconexión digital como parte integrante del deber de seguridad y salud de la empresa y apunta que la normativa vigente del trabajo a distancia reconoce el derecho a la desconexión digital, pero no está suficientemente regulada y carece de sanciones.
La Unión Europea recoge la desconexión digital como un derecho de las trabajadoras y los trabajadores, una herramienta de protección de la salud física y psicológica que garantice su bienestar, y ha solicitado la inclusión de este derecho en las estrategias de salud y seguridad en el trabajo.
Este estudio aborda el derecho en un contexto de “alta competitividad en las plantillas” y apunta al sometimiento tecnológico de los trabajadores como un factor de riesgo para la salud.
En este sentido, los principales riesgos que se observan son el estrés laboral, el síndrome burnout y la posibilidad de padecer otros trastornos relacionados como enfermedades musculoesqueléticas y cardiovasculares, que se han incrementado en los últimos años.
Para las empresas, recomienda establecer políticas de promoción y retribución que se basen en la calidad del trabajo llevado a cabo y no en la disponibilidad completa y apostar por un teletrabajo de calidad con dispositivos electrónicos adecuados para las personas trabajadoras y con un soporte técnico que dé cobertura en caso de incidencia.