Beneficios e importancia de elegir alimentos de temporada
Los alimentos de temporada son aquellos que están disponibles en el mercado de forma natural durante un periodo de tiempo determinado. Este coincide con el ciclo biológico y, por lo general, suele hacer referencia a frutas, verduras y pescado.
Sin embargo, comer según lo que ofrece la naturaleza en cada estación no es la práctica más habitual hoy en día. Basta con echar una ojeada a la mayoría de tiendas y carritos del supermercado para darse cuenta de que tenemos al alcance de la mano los mismos alimentos cada día del año.
El problema es que no somos conscientes de los efectos negativos que conlleva esta realidad. O visto de otra forma: no pensamos en los beneficios que puede tener consumir alimentos de temporada.
La dieta es una poderosa herramienta para mejorar nuestra salud y la del planeta. Comer de temporada es un peldaño más para lograrlo. Descubrimos más sobre qué es y sus beneficios a continuación.
Los alimentos de temporada y sus estaciones
La mayoría sabemos que las judías son un producto de verano o que las naranjas llegan en invierno. Pero ¿conocemos cuáles son las frutas y las verduras de primavera? ¿Las fresas que compramos en otoño son de invernadero? ¿Te interesa saber por qué los tomates no saben tan bien como hace años?
La gran disponibilidad de alimentos en cualquier momento del año ha hecho que nos sea difícil conocer cuál es la temporada adecuada de cada uno de ellos. Aunque esto cambia según el lugar en el que nos encontramos, a modo de referencia estas son las mejores épocas para consumir algunas de las frutas y las verduras más habituales:
- Otoño: es el momento de los caquis, los higos, las granadas, las manzanas, las uvas y los últimos melones y melocotones. En cuanto a las hortalizas, tenemos los últimos tomates y empiezan las acelgas, las calabazas, las espinacas, los puerros, las batatas o el brócoli.
- Invierno: en esta época, la presencia de frutas se limita a los aguacates, los limones, las naranjas y los kiwis. Las verduras de preferencia son las acelgas, las coles, las endivias, las espinacas o el coliflor.
- Primavera: se acaban los aguacates y las naranjas. Llegan las fresas, las cerezas, los albaricoques y las sandías a final de temporada. En cuanto a las verduras, es el momento ideal para comer alcachofas, guisantes, espárragos, espinacas o zanahorias.
- Verano: tanto en frutas como en verduras llegan los colores rojos, naranjas y morados. Frambuesas, fresas, melocotones, sandías, peras, tomates, pimientos, berenjenas, remolachas, pepinos, judías verdes o calabacines.
Motivos para elegir alimentos de temporada
El sistema alimentario ejerce una presión importante sobre los recursos del planeta. Esto tiene que ver con aspectos tan variados como la producción, el transporte, el desperdicio de alimentos o los residuos que se generan.
Por este motivo, es fundamental consumir alimentos de forma consciente y elegir no solo aquellos más saludables sino también los más sostenibles y de mejor calidad. Lo mejor de todo es que con pequeños gestos diarios ya se contribuye de forma positiva.
Algunos de los motivos que pueden estar detrás de la elección de los alimentos de temporada son la reducción de la contaminación ligada al transporte y a la propia producción. También el hecho de que los alimentos son más frescos y conservan mejor sus cualidades originales
Además, si estos son de cultivo cercano (lo que es deseable), se contribuye al desarrollo rural integrado en el territorio y a una buena vinculación entre el ámbito rural y el urbano próximos.
Qué beneficios conlleva
Los alimentos de temporada son más nutritivos
Todas las frutas y las verduras presentan una mayor concentración de vitaminas, minerales, antioxidantes y fitonutritentes cuando se han recogido en el punto óptimo de madurez
Fuera de su época, se rompen los ciclos normales de maduración y esto incide en su composición. El tiempo de almacenaje y el transporte también afectan los nutrientes que se empiezan a perder desde el momento de la recolección.
Son más sabrosos
Esta es una de las características que más salta a la vista pues se puede percibir desde el primer bocado. Los alimentos que se recolectan en el momento adecuado son frescos, más dulces y más aromáticos que los que han madurado de forma artificial y han pasado largos períodos en cámaras de refrigeración.
Fuera de estación y cosechados con antelación, los alimentos suelen pasar por procesos de enfriamiento, almacenaje y un posterior calentamiento en invernadero para conseguir que maduren. Todos estos procesos reducen en gran medida el sabor y, también, alteran la textura y la jugosidad de las frutas y las hortalizas.
Alimentos asequibles
Cuando se encuentran en su momento, los alimentos son más abundantes y esto repercute en su precio que suele ser más bajo que comprado en una época que no es la óptima.
Variedad de la dieta
A pesar de lo que pueda parecer en un primer momento, comer los alimentos que toca en cada estación brinda la oportunidad de tener una dieta más variada a lo largo del año. Puede ser una ocasión perfecta para descubrir alimentos no conocidos y experimentar con recetas que no se habían probado antes.
Además, todo lo que se gana en sabor y frescura hará que se aprecien más algunos alimentos que quizá se han dejado de comer al notar una pérdida de sabor y calidad.
Beneficios medioambientales de elegir alimentos de temporada
La combinación de estacionalidad y cercanía ofrece grandes ventajas a nivel ecológico y de sostenibilidad. Por un lado, se reducen las emisiones de dióxido de carbono y el consumo energético derivado del transporte a largas distancias y el uso de calefacción e iluminación artificial para producir cultivos fuera de temporada.
Por otra parte, también ayuda a respetar el ciclo natural de producción y fomenta el desarrollo del comercio local al generar riqueza en los entornos más próximos.
Consumir alimentos de temporada: un paso más para una dieta más sostenible y saludable
Como hemos detallado a lo largo del articulo, consumir alimentos de temporada es una medida muy positiva en los hábitos alimentarios. Estos son más sabrosos, nutritivos y asequibles. Además, son más respetuosos con el medio ambiente.
Es verdad que el lapso de tiempo para disfrutar un alimento en concreto es más corto. Pero la temporada de algunos productos se puede alargar haciendo conservas caseras tanto de frutas como de verduras. De este modo, se pueden disfrutar durante un periodo más largo.
Ahora bien, este paso tan importante se complementa con otras acciones interesantes que permiten mejorar la calidad de la dieta y el impacto de esta a nivel ecológico.
Siempre que sea posible es positivo comprar de proximidad, de cultivo no intensivo, reducir la ingesta de alimentos de origen animal o evitar al máximo el desperdicio alimentario.
Todos ellos son pequeños gestos que pueden contribuir de forma sencilla a crear un mundo más sano y sostenible, y a vivir en armonía con la naturaleza y sus ciclos vitales.