Cómo preparar agua de Jengibre de la manera correcta.
Desde tiempos inmemoriales, el jengibre ya era utilizado por griegos y romanos con fines medicinales, de la misma manera que hoy ha vuelto a instalarse en todo el mundo como un importante estimulante, tonificante y revitalizante, además de muchas otras cualidades que lo convierten en una alternativa indispensable para mantener la buena salud.
Se trata de una planta herbácea tropical que además es utilizada como especia en la cocina de muchas regiones del mundo.
Cuando el jengibre se cosecha joven es muy perfumado, picante, carnoso y jugoso, pero cuando se recoge maduro resulta más fibroso, con un gusto más marcado y casi seco.
Un estudio reciente demostró que el jengibre joven ayuda a disminuir la temperatura del cuerpo en caso de fiebre, mientras que el consumo de jengibre más maduro se adapta mejor a las temperaturas invernales, cuando se trata de aumentar la temperatura corporal.
En caso de que estés haciendo dietas para adelgazar, te recomendamos ingerir jugos con este tipo de jengibre, precisamente por esta misma razón.
El jengibre contiene más de 10 tipos de antioxidantes diferentes, lo que lo convierte en un aliado indiscutido para combatir numerosos problemas de salud.
Al igual que otras especias, el jengibre es conocido por contar con propiedades afrodisiacas y medicinales.
Asimismo, contiene aceites esenciales como colina, inositol, silicona, así como vitaminas B3, B5, B9 y vitamina C, y minerales como calcio, fósforo, manganeso y hierro.
Y entonces la pregunta que todos nos hacemos es, ¿cómo podemos aprovechar todas estas virtudes del jengibre?
Vamos a preparar un jugo de jengibre que va a nuclear no sólo los beneficios de esta raíz, sino que al mismo tiempo se van a potenciar con las propiedades de la miel, la menta y el limón; otros ingredientes de esta bebida colmada de nutrientes.
Ingredientes para 4 personas:
– 250 g de jengibre fresco.
– 1 litro de agua.
– 200 g de miel.
– 1 puñado de hojas de menta fresca.
– 2 limones orgánicos.
– Unas gotas de esencia de vainilla.
Preparación:
– Lavar y pelar el jengibre y licuarlo con un poco de agua.
– Cortar los limones en trozos sin retirar la cáscara.
– Colocar todo es un recipiente, mezclar y dejar reposar 1 hora.
– Colar esta preparación y agregar la esencia de vainilla, la miel y las hojas de menta bien lavadas.
– Conservar en el refrigerador.
– En caso de que el sabor te resulte demasiado intenso, puedes agregarle un poco de jugo de ananá o piña.
Es una preparación muy sencilla de realizar y que puede disfrutar toda la familia, pero ¡cuidado! no deben consumirla los niños menores de 12 años.
Cabe aclarar que el agua de jengibre que puedes preparar simplemente cortando unas rodajas y dejando en agua durante toda una noche, también es una alternativa para incorporar todos sus nutrientes.