¿Cómo saber cuál es tu tipo de piel?
El cutis es una carta de presentación. Además, cumple numerosas funciones de defensa frente a los agentes externos. Sin embargo, muchas personas no lo cuidan o lo hacen de manera errónea, porque no saben cuál es su tipo de piel.
Hasta hace algunos años se utilizaba la clasificación de pieles elaborada por la empresaria polaca Helena Rubinstein. Ella estableció cuatro tipos básicos: seca, grasa, combinada y sensible.
Sin embargo, la nómina se amplió a un total de 16 variantes con los aportes de Leslie Baumann, a partir de las diferentes combinaciones posibles de las categorías de Rubinstein, más la pigmentación y las arrugas. Baumann creó, desde su experiencia, una clasificación actualizada con el objetivo de que cada persona recibiera tratamientos más acordes a su condición.
Las 16 nuevas categorías surgen de la combinación de ocho elementos antagónicos (las letras entre paréntesis representan la inicial de la palabra en inglés):
- Seca (D) o grasa (O).
- Estirada (T) o arrugada (W).
- Sensible (S) o resistente (R).
- Pigmentada (P) o no pigmentada (N).
¡Sigue leyendo y descubre en cuál encaja tu tipo de piel!
1. DSPT: seca, sensible, pigmentada y estirada
Este tipo de piel posee una barrera protectora débil, lo que la vuelve más susceptible a los brotes de acné. Tiende a deshidratarse y a la generación de manchas por la exposición a sol. No obstante, la pigmentación le brinda mayor resistencia a la aparición de arrugas.
Es un tipo de piel que requiere hidratación con productos basados en aceites naturales y aloe vera. Por el contrario, debe evitar los cosméticos con alcohol, agua dura o cualquier elemento que reseque la piel.
2. DSNT: seca, sensible, no pigmentada y estirada
Al igual que el tipo anterior, se trata de una piel con tendencia a los brotes de acné y al enrojecimiento facial. Es sensible a las erupciones y tiende a la deshidratación, aunque es resistente a las manchas y las arrugas.
Le favorece una hidratación frecuente a partir de lavados con agua y limpiadores humectantes con ingredientes antiinflamatorios. Se le recomienda aplicar protector solar con factor de protección de 15 a 30 y evitar limpiadores en espuma.
3. DSPW: seca, sensible, pigmentada y arrugada
Esta categoría también se ubica entre las pieles sensibles al enrojecimiento facial, las erupciones y el acné. Es susceptible a la aparición de manchas y arrugas.
Se trata de uno de los tipos de piel más complejos de abordar, aunque puede cuidarse con cremas hidratantes, antioxidantes y antiinflamatorias. A su vez, es importante evitar los productos con alcohol, las espumas limpiadoras, el agua dura y el aceite de coco.
4. DSNW: seca, sensible, no pigmentada y arrugada
Presenta la misma tendencia al enrojecimiento, las erupciones y el acné que el tipo anterior, aunque es más sensible a los rayos UV. Es importante cuidarla de la exposición al sol, ya que las arrugas aparecen con facilidad. Debe evitar los bronceadores y usar protectores solares de factor elevado.