Dra. Fabiolina Sánchez: «Hay muchos pacientes curados de hepatitis C en el país»
Según la OMS la hepatitis C afecta globalmente a unos 185 millones de personas y causa la muerte anual de unas 350 mil
Causada por un virus que provoca la inflamación del hígado, la hepatitis C sigue siendo una enfermedad potencialmente mortal, que todavía representa un importante problema de salud a escala mundial. Hoy, Día Internacional de la Hepatitis C, la gastroenteróloga Fabiolina Sánchez hace un llamado a la población a hacerse la prueba, lo único que podría salvarte la vida.
¿Qué es exactamente la hepatitis c?
La hepatitis es una inflamación del hígado cuya causa es un virus llamado Virus hepatitis C, esto es así porque este virus tiene predilección por las células que conforman el hígado.
¿Cómo se transmite esta enfermedad?
Se adquiere al estar en contacto con sangre, o fluidos de la sangre, de una persona infectada: transfusiones de sangre, compartir utensilios de inyección, entre otros.
¿Cuántas personas afectadas hay en RD?
No existe un control estadístico exacto, luego del robustecimiento de las campañas de detección y la mejora de la implementación de campañas de tratamiento, aunado a los esfuerzos en la educación, la incidencia con el tiempo ha disminuido, esto no quiere decir que debemos bajar la guardia.
¿En qué situación está el país con respecto a otros países de la región?
Entendemos que estamos en un punto aceptable, ya que contamos con la ayuda gubernamental en la implementación del tratamiento, que es lo mas difícil por su costo. Debemos fortalecer más la educación, tanto de la población civil como médica, en realizar este tipo de pruebas para detectar y poder, al menos, acercarnos a la meta 2030 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual es erradicar el virus. Existen países donde el tratamiento debe ser adquirido por los pacientes, lo cual retrasa y, obviamente, limita la evolución positiva. En el país contamos con tratamiento gratuito completo.
¿Esta enfermedad se cura?
Sí, hay pacientes, muchos, curados de hepatitis C en nuestro país, testimonio de la eficacia de este tratamiento.
¿Qué repercusión tiene en la sociedad la hepatitis C actualmente?
Esta es una enfermedad crónica, esto quiere decir que no se cura espontáneamente, y lleva el hígado a un estado donde sus funciones van decreciendo. El hígado tiene múltiples funciones vitales, estas merman y afectan la calidad de vida del paciente con el tiempo, falleciendo en un estado deplorable, con una incidencia altísima de cáncer de hígado, ya que es un virus capaz de activar las vías oncogénicas, además de causar cirrosis y la cirrosis tambien puede inducir cáncer. A nivel social, sostener enfermos en este estado es muy costoso, aparte de que la convivencia social y familiar, y el deterioro físico y psicológico de los enfermos y sus familiares, también tiene un impacto.
¿Qué síntomas deben causar alarma?
Esta infección no presenta síntomas, una muy pequeña proporción presenta una sintomatología muy banal y superficial, por lo que hay que mantenerse educando a la población.
¿Es difícil llegar al diagnóstico?
No, lo retador es siempre pedir la prueba, o, mejor dicho, pedir la prueba a los profesionales de la salud que estamos en contacto con los pacientes, al menos una vez en la vida e identificar las personas en riesgo. Precisamente muchos no saben que la padecen, pues al no dar síntomas, no se dan cuenta hasta que ya es demasiado tarde.
Si da positivo, mi consejo es que se dirija de inmediato a un experto o especialista en la materia para, primero, curar el virus, valorar su estatus en la evolución de su enfermedad y dar un seguimiento.
¿En qué consiste el tratamiento?
En un novedoso plan que dura apenas de 8 a 12 semanas, 2 a 3 meses, y la cura alcanza el 98%, visto y comprobado. Se trata de un medicamento antiviral que erradica el virus. Viendo esta tasa de curación, a nivel mundial, se puede hablar de eficacia total y en nuestro país la tasa de curación es similar.
La mejor herramienta sería una vacuna, que no termina de llegar, ¿hay avances?
Sí sería importante contar con una vacuna, pero aún no hay indicios de una inmunización efectiva en este caso; la prevención, la educación y el tratamiento son nuestras armas en estos momentos.
¿Esos tratamientos revierten también el daño hepático que ha provocado el virus?
Actualmente, tratar y curar el virus ayuda a que el daño disminuya su progresión, y esto tiene un impacto por el que, si no tiene daño el paciente, al menos por virus C, no padecerá de enfermedad hepática. Si el paciente está en hepatopatía crónica (cirrosis) ya no hay reversibilidad, aunque si se cura hay una mejoría de su función, reduce el riesgo de aparición de cáncer por virus y no transmite el virus.
¿Hacia dónde se dirigen las investigaciones?
Las investigaciones están ahora dirigidas a conseguir medicaciones cada vez más cortas, iniciamos con tratamientos de un año o más y ya estamos en 2 y 3 meses, pero más que nada estamos pujando por un 2030 libre de virus.