Glaucoma: cuándo ocurre y cómo evitarlo
Conocido popularmente como ‘tensión ocular’ el glaucoma es un problema ocular que afecta mayormente a personas de más de 40 años. Es una de las posibles causas de ceguera, la cual es evitable, o al menos, se puede retrasar su avance si se diagnostica a tiempo
Aprende en este artículo más sobre el glaucoma: cuando ocurre y cómo evitarlo.
Glaucoma:
¿Qué es?
El glaucoma es una enfermedad del ojo donde se acaba dañando el nervio óptico, ocasionando una ceguera irreversible en las fases tardías de la enfermedad. Este nervio es el encargado de llevar la información visual al cerebro.
Ojo humano
Para poder comprender el glaucoma, primero tenemos que saber cómo funciona el ojo humano.
En la parte anterior de este órgano se encuentra la córnea, un tejido transparente que protege al ojo y permite que ingrese la luz. El iris, de color, funciona como un diafragma regulando la luz que penetra por un orificio, llamado pupila.
La luz se dirige al cristalino y se enfoca sobre la retina, cuyas fibras nerviosas llevan las imágenes al cerebro a través del nervio óptico.
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En la porción anterior del ojo se encuentran dos pequeños espacios: la cámara anterior que está situada entre la córnea y el iris, y la cámara posterior que se ubica entre el iris y el cristalino.
Estas cámaras están llenas de un líquido que se llama humor acuoso, cuyo nivel de presión (presión intraocular) es muy importante para el correcto funcionamiento del ojo.
La presión interna del ojo dependerá entonces de la cantidad de ese flujo. Si el sistema de drenaje no funciona como corresponde, este líquido se acumulará. La presión intraocular puede variar a lo largo de la jornada, aunque se mantiene dentro de un rango óptimo.
Causas y síntomas
En la mayoría de los pacientes con glaucoma, el sistema de drenaje se tapa y el fluido no puede salir. Cuando se acumula, aumenta la presión interna y daña el nervio óptico, el cual es muy sensible, lo que causa pérdida de la visión, irreversible.
Aunque existen varios tipos de glaucoma, cada uno con un origen y evolución diferente, el más común es el glaucoma de ángulo abierto. También llamado glaucoma crónico simple.
No suele haber síntomas hasta que el glaucoma está bastante avanzado. En ese caso, el paciente presenta:
- Visión borrosa.
- Dolor de cabeza.
- Dolor en los ojos.
- Náuseas, vómitos.
- Pérdida repentina de la visión.
- Aparición de halos de colores alrededor de las luces brillantes.
Las personas con más riesgo de padecer glaucoma son:
- Mayores de 60 años.
- Personas de ascendencia africana o los hispanos de tercera edad.
- Personas con antecedentes familiares de glaucoma.
- Miopes.
- Diabéticos.
- Personas con tratamiento de corticoides de forma prolongada.
¿Cómo evitar el glaucoma?
Aunque la presión intraocular elevada no es la única causa, el tratamiento más frecuente está enfocado en reducir esta presión, tal y como muestra este estudio publicado en el American journal of ophthalmology.
Para reducir la presión ocular es preciso, como primera medida detectarla. Por ello se recomienda realizar exámenes oftalmológicos una vez al año, a cualquier edad pero, sobre todo, después de los 35 o 40 años, en especial si el paciente se encuentra entre los grupos de riesgo señalados antes.
Existen exámenes específicos para determinar la presión ocular. Es importante recordar que una vez que la enfermedad ha causado pérdida de la visión, la misma es irreversible, por ello es que se torna vital detectarla a tiempo.
Una vez detectado existen dos tipos de tratamiento, medicación y cirugía. Por tanto, aquí ya será el médico el encargado de valorar cada caso y elegir que tratamiento es más adecuado.
Conclusiones
Como ves, esta enfermedad debe ser cogida a tiempo para evitar o disminuir su avance. Toda la información que aparece aquí no sustituye a una consulta médica, por lo que recomendamos que si padeces esta enfermedad acudas a un profesional de la salud.