Gel o crema, ¿cuál es mejor para hidratar la piel del rostro?
La hidratación de la piel es un paso esencial en cualquier rutina de belleza, en especial a medida que envejecemos. En el mercado, las cremas y los geles compiten por realzar la luminosidad y salud del cutis. Aunque la elección entre estos productos pueda parecer sencilla a primera vista, en realidad, implica una cuidadosa consideración de factores como la textura y los componentes, que determinan su idoneidad para diferentes tipos de tez.
Tanto el gel como la crema hidratante poseen características únicas destinadas a mejorar el aspecto facial y abordar diversas necesidades. A lo largo de este artículo, exploraremos detenidamente estas opciones para que descubras cuál se adapta mejor a tus necesidades específicas.
¿Por qué es importante hidratar la piel del rostro?
Todas buscamos lo mismo: una piel tersa, jugosa y radiante, similar a la de las celebridades y las influencers en redes sociales. Sin embargo, la clave para alcanzar ese anhelado aspecto va más allá de los tratamientos estéticos; la hidratación adecuada de la piel desempeña un papel importante.
A diario, la piel del rostro está expuesta a factores externos como la contaminación, los rayos UV, los cambios meterológicos y el estrés, lo que puede llevar a la pérdida de humedad. Estos no solo afectan la apariencia, sino también la salud cutánea. Por ello, la aplicación de cosméticos hidratantes actúa como una barrera contra irritaciones.
Además, de acuerdo con un trabajo divulgado en Clinical Medical Research, mantener la piel en un estado saludable es crucial para prevenir la baja autoestima. Por lo tanto, el uso de crema o gel se ha adoptado para disminuir las líneas de expresión, suavizar e hidratar la piel del rostro, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de las personas.
Si aún no has reflexionado sobre la importancia de este hábito, ten presente que iniciar temprano el cuidado de tu piel no solo contribuye a mejorar su aspecto, sino que también garantiza beneficios a largo plazo. Explorémoslos, a continuación:
- Previene la sequedad cutánea.
- La piel se vuelve más resistente.
- Aporta elasticidad, mejora la textura y el tono.
- Mejora la capacidad de la piel para retener el agua.
- Desacelera el proceso de envejecimiento y retrasa la aparición de arrugas.
Te puede interesar ¿Cuál es la diferencia entre un humectante y un hidratante para la piel?
Cremas hidratantes: nutrición para tu piel
Las cremas hidratantes son productos para el cuidado de la piel con una textura más rica y emoliente en comparación con los geles. Por lo general, son formuladas con aceites que presentan una consistencia espesa y una textura sedosa. Esta característica contribuye a combatir la sequedad cutánea, aliviando posibles molestias como dolor, tirantez, picor, escozor u hormigueo.
De acuerdo con una publicación de Cosmetics, pueden aumentar el contenido de agua en la capa externa de la piel, conocida como estrato córneo. Además, facilitan la normalización de las capas lipídicas, permitiendo que las células retengan la humedad. Como resultado, se interrumpe el ciclo de la piel seca, logrando una superficie cutánea suave, flexible y más elástica.
Las cremas hidrantes son útiles tanto para la piel seca como para la piel normal.
Beneficios de las cremas hidratantes
Hidratar el rostro, a diario con una crema, ofrece una amplia gama de beneficios que contribuyen a la salud general y al aspecto de la piel. Aquí, te presentamos seis que debes tener en cuenta:
- Crean una barrera protectora: las cremas hidratantes proporcionan una capa protectora que resguarda la piel de los efectos dañinos de factores externos, como la contaminación y los rayos UV, ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro.
- Promueven la reparación de la barrera cutánea: siempre y cuando contenga cantidades equilibradas de oclusivos, humectantes y emolientes.
- Nutren y suavizan la piel: en su libro Una piel para toda la vida, el doctor Pedro Jaén menciona que los productos que contienen ingredientes hidratantes, como la urea, ácido hialurónico, o aceites como el de argán o rosa mosqueta, son grandes aliados para evitar la sequedad y descamación de la piel. Además, contribuyen a nutrirla y brindarle la humedad necesaria para mantenerla suave y flexible.
- Mejoran la textura de la piel: al hidratar profundamente, las cremas contribuyen a mejorar la textura de la piel, suavizando las irregularidades y proporcionando una apariencia más uniforme y luminosa.
- Conservan el aspecto joven del rostro: hidratar la piel del rostro con una crema ayuda a reducir la apariencia de líneas finas y arrugas, preservando la elasticidad y contribuyendo a un aspecto más juvenil y radiante, a lo largo del tiempo.
- Previenen la sequedad de la piel: el frío, el calor y las duchas calientes, son factores que resecan la piel. Por esta razón, hidratar el rostro luego de lavarlo con un jabón suave ayuda a contrarrestar los efectos de estos factores. Además, ayuda a mantener el equilibrio de humedad necesario, evitando que la piel se vuelva áspera, tirante o propensa a descamarse.
Hidratantes en gel: textura ligera para pieles grasas
Los hidratantes en gel son productos cosméticos formulados, principalmente, con agua. Por lo general, carecen de aceites que pueden obstruir los poros por exceso de sebo, lo que les convierte en una opción ideal para pieles grasas y propensas al acné. A pesar de su rápida absorción, continúan ofreciendo beneficios a largo plazo, como señala un estudio publicado en 2019.
Esta investigación destaca que, las cremas hidratantes tradicionales, crean una barrera en la superficie de la piel para retener la humedad. De manera similar, los hidratantes en gel tienen un enfoque comparable, pero la mayoría están diseñados para liberar ingredientes específicos que atraen la humedad, desde las capas más profundas de la piel hasta la superficie.
Beneficios de los geles hidrantantes
Ahora que ya conoces su diferencia, respecto a las cremas hidratantes, exploraremos los cuatro principales beneficios de las sustancias gelificantes para la piel:
- Ligereza: los hidratantes en gel proporcionan una sensación fresca y menos pegajosa en comparación con las cremas hidratantes convencionales. Esta característica las convierte en una excelente opción para aquellos que prefieren evitar la sensación de una crema densa sobre la piel.
- Rápida absorción: la piel absorbe estos productos con facilidad, lo que les hace ideales como paso previo a la aplicación del maquillaje.
- No dejan residuos de grasa en la piel: dado que las cremas hidratantes en gel no contienen tantos aceites espesos como las cremas tradicionales, no dejan residuos grasosos en la piel.
- Brindan más luminosidad al rostro: en el estudio antes mencionado publicado en Clinical, Cosmetic, and Investigational Dermatology, los investigadores aplicaron una fórmula en gel a un grupo de participantes con piel seca y apagada y, al cabo de 12 semanas, observaron un aumento del contenido de agua en la superficie de la piel, así como más luminosidad, claridad y mejor textura.
Entonces, ¿cómo saber elegir entre crema o gel?
Antes de decidir entre el gel o la crema para hidratar la piel de tu rostro, debes considerar ciertos aspectos para personalizar tu elección, según las necesidades específicas de tu tipo de piel y tu rutina diaria. Es esencial tener en cuenta factores como la textura deseada, la propensión a la grasa y la preferencia por una rápida absorción.
Sin embargo, te recordamos que ambas opciones están diseñadas para ser no grasas y no comedogénicas, asegurando así una experiencia de cuidado facial sin obstrucciones y compatible con diversos tipos de piel.
Tu tipo de piel
Para determinar si necesitas gel o crema para hidratar el rostro, es fundamental conocer tu tipo de piel. Si tienes piel seca, la prioridad será evitar la sensación de tirantez; en cambio, si tu piel es grasa, buscarás un producto que no aumente el brillo.
Para aquellos con piel grasa o propensa al acné, la elección de un gel puede ser preferible, debido a su ligereza y rápida absorción. En contraste, los de piel seca o madura, necesitan una hidratación más intensiva, por lo que una crema sería la opción adecuada. Este enfoque garantiza que tu elección de producto se alinee, de manera precisa, con las necesidades específicas de tu piel.
El clima de la ciudad en la que vives
La elección entre gel y crema hidratante dependerá en gran medida del clima de la ciudad en la que resides. En climas cálidos, donde la humedad y el calor pueden ser intensos, los geles hidratantes son una opción más refrescante. Su textura acuosa y rápida absorción se ajusta mejor a las condiciones climáticas, evitando la sensación pesada en la piel.
Por otro lado, en climas fríos, donde el aire seco puede deshidratar la piel, las cremas hidratantes son preferibles. Su consistencia más espesa crea una barrera protectora que ayuda a retener la humedad y a prevenir la sequedad cutánea.
Su textura
Los geles, caracterizados por su textura acuosa y ligera, son ideales para quienes buscan hidratar la piel sin experimentar la sensación pegajosa de algunos productos de cuidado facial. Estos hidratantes en gel no obstruyen los poros y se pueden aplicar, con facilidad, antes de la base de maquillaje y sin manchar ni afectar la duración del maquillaje. Sin embargo, debido a su ligereza, es posible que necesites reaplicarlos con mayor frecuencia en comparación con las cremas hidratantes.
En contraste, las cremas hidratantes ofrecen una textura espesa y pesada que crea una barrera protectora duradera en la piel. Este tipo de productos, ricos en aceites, impiden la evaporación rápida de la humedad y facilitan la absorción de ingredientes beneficiosos. Las cremas hidratantes son nutritivas y suavizantes, siendo ideales para aplicar durante las mascarillas faciales nocturnas, debido a su durabilidad y la necesidad de una sola aplicación.
Sus ingredientes
Sin importar el producto que elijas, debes reconocer que ciertos geles y cremas hidratantes, pueden contener ingredientes irritantes que afectan la piel. Dada la diversidad de ingredientes presentes en estos productos, es esencial destacar algunos de los más beneficiosos y perjudiciales al considerar la elección del mejor producto para el cuidado de tu piel.
Según la Academia Americana de Dermatología, para prevenir la aparición de brotes causados por un hidratante, es recomendable seleccionar aquellos que presenten en su etiqueta alguna de las siguientes descripciones: sin aceite, no comedogénico o que no obstruye los poros.
Busca los siguientes ingredientes en un gel
- Ácido hialurónico: es recomendable utilizar un gel hidratante a base de agua que contenga ácido hialurónico, debido a que a este compuesto se le ha atribuido la capacidad de ayudar a la piel a retener moléculas de agua.
Procura que tu crema hidratante contenga estos ingredientes
Según una publicación de la Escuela de Medicina de Harvard, las cremas hidratantes deben formularse con:
- Oclusivos: la vaselina y otras sustancias aceitosas presentes en las cremas hidrantes impiden la evaporación del agua de la piel. Las más utilizadas son el alcohol cetílico (un alcohol graso), la lanolina, la lecitina, el aceite mineral, la parafina y el ácido esteárico.
- Humectantes: algunos de los humectantes más utilizados son la glicerina, la miel, el pantenol (o vitamina B5), el sorbitol y la urea.
- Emolientes: los emolientes no están en las cremas para hidratar, sino para que la piel se sienta suave. Muchos ingredientes que sirven como oclusivos, como la dimeticona y humectantes, cumplen una doble función como emolientes. El octildodecanol, por ejemplo, es uno de ellos.
- Vitaminas: la vitamina A utilizada en algunas cremas hidratantes es el palmitato de retinol, que tiene la virtud de actuar como humectante. Por otro lado, la vitamina C y la vitamina E se añaden por sus propiedades antioxidantes.
Evita los siguientes productos
- Fragancias: las fragancias sintéticas, por lo general, utilizadas para proporcionar un aroma agradable a los hidratantes, pueden desencadenar enfermedades de la piel, como la dermatitis alérgica de contacto.
- PEG (polietilenglicoles): estos compuestos, utilizados en productos para mejorar la textura, pueden causar alergias.
- Parabenos: según la U.S. Food & Drug Administration, los parabenos son una familia de sustancias químicas que suelen utilizarse como conservantes en los cosméticos, incluidas las cremas hidratantes. Estos conservantes han sido asociados con posibles efectos adversos para la salud, como interferir en el funcionamiento de los órganos endocrinos.
- Aluminio: la presencia de aluminio en geles y cremas debe evitarse, ya que su acumulación en el cuerpo se ha relacionado con la posibilidad de causar inestabilidad genética, alterar la expresión de los genes o potenciar el estrés oxidativo, pero aún no se ha demostrado su carcinogenicidad.
- Alcohol: cuando se utiliza en altas concentraciones, el alcohol puede provocar sequedad excesiva y hacer que la piel se pele.
- Formaldehído: se recomienda evitar la inclusión de estos productos cosméticos, debido a su posible efecto alergénico y carcinogénico.
- Ftalatos: la presencia de estos compuestos en cosméticos debe ser cuidadosamente considerada, pues se ha sugerido su vinculación con el cáncer de seno.
- Oxibenozona: en experimentos animales, se ha vinculado este ingrediente como un posible causante de hipertrofia hepática.
- Tintes o colores sintéticos: estos colores pueden provocar alergias e irritaciones en la piel, y se sospecha que son cancerígenos.
Dale a la piel de tu rostro la hidratación que merece
Como puedes observar, ni la crema ni el gel sobresalen como la opción superior para hidratar tu rostro. Ambos ofrecen beneficios que contribuirán a que tu cutis luzca glowy. Recuerda que, según las recomendaciones del Indian Journal of Dermatology, un buen hidratante se caracteriza por:
- Absorberse de inmediato.
- Reducir y prevenir la pérdida de agua transepidérmica.
- Ser hipoalergénico, no sensibilizante, sin perfume y no comedogénico.
- Restaurar la barrera lipídica y mejorar los mecanismos de retención de agua de la piel.
Por su parte, desde la Clínica Cleveland, sugieren emplear uno que contenga FPS 30 o superior para protegerte de los dañinos rayos UVA y UVB del sol. De esta manera, contribuye a la prevención del cáncer de piel y limita los efectos envejecedores del sol.
Con estas pautas, estás más que preparada para seleccionar el hidratante que se ajuste a tu rutina de cuidado facial.